“Mantra para el regreso”, la canción que musicalizó la entrega del bastón de mando al presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 1 de diciembre, nació hace diez años y fue presentada como una vía para que los pueblos indígenas recuperen el lugar que les corresponde.

Así presentó la pieza el cantante, compositor, docente y director del Instituto Calmécac, Nathanael Lorenzo Hernández. Cuando la escribió, era para él una época de crisis personal, pues acababa de renunciar a su puesto como flautista de la Orquesta Sinfónica de Oaxaca (OSO) y abrazaba el sueño de convertirse en docente, para despertar en los niños el amor por la música.

Tenía 24 años y para él, el renunciar momentáneamente a su pasión por la música, redefinió su vida. Entonces, decidió dedicarse a la venta de paletas y helados para poder coadyuvar a la economía de su familia, así como empezar a enseñar a algunos niños.

Artículo

El artista se ha presentado en festividades comunitarias llevando al público sus composiciones, pues a lo largo de su carrera ha escrito alrededor de 120 piezas diferentes.

Con una carpeta bajo el brazo, escribió: “Yo soy el hijo del viento / Yo soy el hijo del agua / Yo soy el hijo del fuego / Yo soy tierra y obsidiana/ Soy el jade que olvidaste / Soy dimensión extraviada / Soy la lengua que negaste / Soy el huipil que ignoraste / Soy quetzal surcando el cielo / Yo soy maya y zapoteco / Ando buscando el camino / Que me lleve de regreso”.

Sin embargo, ésta no es la única pieza que Nathanael ha escrito. A lo largo de su carrera ha logrado componer al menos 120 piezas y actualmente dirige una escuela en la que instruye musicalmente a unos 150 niños. A sus logros se suma la presentación de “Mantra para el regreso”, una canción muy importante para su carrera y vida personal.

Para él, la pieza se hizo pública en el momento ideal, tras la invitación del titular del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI), Adelfo Regino Montes, para musicalizar la entrega del bastón de mando al presidente en su primer día de mandato. La canción fue ejecutada al ritmo de un huehuetl, flautas, tambores y voz, por el compositor y los músicos Digna Josareth y Galdino Mejía.

Artículo

Los representantes de los 68 pueblos originarios del país entregaron el bastón de mando al presidente, objeto que simboliza “mandar obedeciendo al pueblo”

Aunque el compositor originario de Nejapa de Madero reconoció haberse sentido emocionado por ser parte de la ceremonia en la que participaron representantes de los pueblos originarios del país, resaltó que fue una oportunidad para compartir con la clase política del país, sin embargo, confía más en las acciones que en las promesas.

Tras la experiencia comparte que el poder compartir una de sus creaciones con miles de personas, le hace sentir que “los artistas que trabajamos en comunidad tenemos un lugar importante en esta administración”.