Aguardan 120 niños regularizar su situación migratoria en Oaxaca; Biden, la esperanza: Solalinde
Originarios de Honduras, Guatemala y El Salvador, fueron enviados al albergue Hermanos en el Camino del sacerdote Alejandro Solalinde por autoridades de migración mexicanas, para respetar sus derechos humanos y mantenerlos alejados de quienes intentan traficar con ellos
Juchitán de Zaragoza.— Corren por el amplio patio y guardando la sana distancia ven el televisor por ratos. Escuchan misa los domingos, comen juntos todos los días y por las tardes rodean al sacerdote Alejandro Solalinde Guerra. Lo escuchan atentos cuando platica con ellos en el albergue Hermanos en el Camino, de Ciudad Ixtepec.
Son niños y adolescentes originarios de Centroamérica que se han acogido al programa de Migración Ordenada, con el cual esperan poder atravesar el territorio mexicano y avanzar así en su sueño de llegar a Estados Unidos.
Desde que llegó la primera caravana de migrantes en octubre de 2018 a la región del Istmo de Tehuantepec, con hondureños, salvadoreños y guatemaltecos, fue notoria la presencia de niños, adolescentes y personas discapacitadas, quienes avanzaban empujadas en sillas de ruedas.
Algunos viajaban solos, otros, con sus tíos o abuelos, y referían que iban al reencuentro con sus padres. En ese entonces, las imágenes recogían niños con sus macotas, como perros, gatos o pericos. Desde entonces, la llegada de los menores de edad y mujeres se incrementó, según cifras oficiales.
Lee también: Pandemia no frena a migrantes en Oaxaca: llegan hasta 60 al día; 4T suspende su programa de apoyo
Actualmente, dice el sacerdote Solalinde Guerra, en el albergue de Ciudad Ixtepec viven 120 niños y adolescentes que llegaron a esta tierra zapoteca provenientes de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua.
Fueron enviados a este lugar por el Instituto Nacional de Migración y de la Comisión Mexicana de Ayuda a los Refugiados (Comar), mientras esperan el tiempo para continuar su camino.
Estos niños y adolescentes forman parte del proceso de migración ordenada, pues solicitaron su regulación migratoria en el país, de acuerdo con las leyes mexicanas. Lamentablemente, dice el religioso, no faltan los “coyotes” o “sicarios sociales” que trafican con otros menores de edad.
Foto: Archivo EL UNIVERSAL
Lo anterior, porque además de los menores de edad que se resguardan en el albergue, en los alrededores, cerca de las vías del tren, más niños, producto de la migración forzada, deambulan en busca de dinero o alimentos.
El pasado 14 de enero, las autoridades del INM dieron a conocer un comunicado en el que precisan que cumplirán con la ley al asegurar que la internación al país será de manera “segura, ordenada y regular”, con respeto a las medidas sanitarias frente a la pandemia de Covid-19 y pleno respeto a los derechos humanos.
La dependencia, asegura, no dará tregua a los “coyotes” a quienes identifica como “sicarios sociales”, por lo que asegura que su misión es la salvaguarda de los derechos humanos de los extranjeros que llegan sin papeles al país.
Lee también: En 2020, pandemia enlutó a 268 familias de migrantes oaxaqueños en Estados Unidos
El anuncio se hizo luego de que nuevas caravanas de personas provenientes de Honduras comenzaron a aglutinarse en ese país con la intención de atravesar Guatemala y adentrarse en territorio mexicano. Sólo unos días después, el 18 de enero, la caravana fue dispersada por fuerzas de seguridad de Guatemala, logrando que 4 mil migrantes retrocedieran, pese a ello, el flujo de personas continúa.
Ante este escenario, si de algo está convencido Solalinde es que las caravanas masivas no pasarán, por lo que frente a la eventual llegada de pequeños grupos de migrantes, el gobierno mexicano tendrá que darle protección a los niños, a las niñas, a las mujeres, a los adolescentes y a los discapacitados.
“Los que organizan esas caravanas siempre colocan al frente a ese sector vulnerable. México puede dejarlos pasar o tramitarle su regulación migratoria, hasta que en Estados Unidos haya condiciones de que sean recibidos”, señala.
Lo anterior, señala el prelado, porque una cosa es lo que ha dicho el nuevo presidente Joe Biden, sobre regularizar la estancia migrantes que ya esperan ser recibidos en ese país, y otra es el proceso legislativo, que llevará su tiempo.
“No olvidemos que en la frontera norte hay más de 30 mil migrantes en espera de que definan sus peticiones de ingreso, pero ahora hay más serenidad porque ya no está Trump, esa circunstancia ayuda a que nuestro país replantee su política migratoria”, confía. Por ahora, México es una sala de espera.
Lee también: Fiscalía asegura a 21 migrantes en carretera 190 de los Valles Centrales de Oaxaca
Hasta ahora, el nuevo presidente estadounidense, entre sus primeras 17 órdenes ejecutivas, canceló la construcción del muro en la frontera de México y EU impulsada por Trump, e impulsó decretos para revisar las prioridades del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) a la hora de proceder en el arresto de migrantes.
Es por ello que el prelado adelanta que si Biden da un giro a la política de EU sobre el tema, se abre la posibilidad de que se avance en la solución de la migración forzada entre ese país, México y Centroamérica. Una solución, dice, que pase por el desarrollo de los países el triángulo norte: Guatemala, Honduras y El Salvador.
Mientras tanto, el Grupo Beta de Ciudad Ixtepec consigna que aunque no han recibido una indicación especial ante ingreso de grupo de migrantes, están listos para auxiliar a quienes requieran ayuda, alimentos o atención médica.
“En la frontera sur mexicana están los agentes del INM y la Guardia Nacional para contener el ingreso masivo, pero de todas formas, si ingresan grupos pequeños, ahí estaremos para brindarle los primeros auxilios”, comentan.
Este 23 de enero, Andrés Manuel López Obrador y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sirivió para que el nuevo mandatario explicara sus planes para las relaciones bilaterales, “particularmente” en el tema de la migración en la región, según informó la Casa Blanca.
A partir de esta platica, el mandatario mexicano destacó que ambos coincidieron en el apoyo social y económico directo a los países centroamericanos: Honduras, El Salvador y Guatemala. “No creo cometer ninguna indiscreción diciendo que me manifestó el presidente Biden que van a destinar 4 mil millones de dólares en apoyo a los tres países a los que hice referencia de Centroamérica”, señaló un día después de su llamada.
Además, el Departamento de Seguridad Nacional de EU también ha empezado a trabajar para fulminar políticas polémicas de Trump en temas migratorios, al pausar por cien días la mayoría de las deportaciones y poner en pausa el programa Quédate en México (MPP).