
Tengo 32 años, pero me siento mucho más viejo, mi edad no me representa.
Para mí es un lazo entre el campo y la gente que lo conserva que se va transmitiendo entre generaciones.
Me gusta mucho el de pechuga destilado en olla de barro de La Locura. Eso con unas tostadas de salchicha de Ejutla es lo máximo.
No tengo uno predilecto pero prefiero el negro. Al menos en la cocina, si se quema algo se vuelve oscuro. Pensándolo así, el tatemado me agrada por el color que va tomando la ceniza de un gris aterciopelado. Además, de que la mejor técnica para mí es el tatemado, ya sea en comal o leña.
Bailar salsa, si hay tiempo, me gusta ir a estirar los huesos para dejar el estrés del trabajo en la pista y regresar a casa más tranquilo.
No, marqué mi línea con los deportes desde muy chico. A los ocho años de edad tenía mu- chas ganas de jugar fútbol, siempre estuve pre- sente en el equipo al que quería entrar pero no me seleccionaron, entonces me olvidé del deporte.
Montar a caballo, eso lo aprendí a los 10 años de edad por mi padre, quien siempre se ha de- dicado al campo. En casa hemos tenido mu- chos animales, además de caballos hay cerdos, conejos y toros.

Nunca he ejecutado a ningún animal, me ha tocado cuidarlos.
A Héctor Lavoe, le prepararía unos tacos.
Hace mucho no voy al cine, pero me gusta mu- cho La Máscara de Jim Carrey porque es diver tida.
No. Soy muy malo para contar chistes, se ne-cesita un estilo especial para contar algo y que logres contagiar la risa a los demás.
A Santo Domingo Nundo, Villa de Chilapa de Díaz, es mi lugar de nacimiento. También me gustaría mucho ir a Japón en donde además me gustaría trabajar para cocinarles un poco de Oaxaca a los nipones.
Luis Arellano y Omar Alonso (Oaxacking) porque son parte de este proceso.