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Juchitán.— Autoridades federales y estatales en Oaxaca acordaron ayer una serie de acciones para recibir a la caravana de migrantes, procedentes de Tapachula, Chiapas, en caso de que ingresen al territorio oaxaqueño, como ha ocurrido en anteriores ocasiones.
Representantes de la Secretaría de Gobernación (Segob) y de la Secretaría de Gobierno de Oaxaca (Sego) se reunieron por la tarde-noche de ayer miércoles en la sede que tiene la Guardia Nacional (GN), en la ciudad de Juchitán, donde valoraron la atención humanitaria que prestarán.
La caravana, compuesta por más de cinco mil migrantes de diferentes nacionalidades, viene caminando sobre la carretera Panamericana en el subtramo Tapanatepec-Talismán y se espera que arribe hoy a Mapastepec, para avanzar mañana hacia Pijijiapan.
De acuerdo con asistentes a la reunión de ayer, en la que participaron enviados de los Servicios de Salud (SSO) y de Protección Civil, así como de la Defensa Nacional y de la GN, la primera medida será garantizar la atención humanitaria hacia los migrantes.
Las autoridades estiman que si la caravana avanza al mismo ritmo de los últimos días, podría estar ingresando el domingo al territorio oaxaqueño, a partir de su recorrido de Pijijiapan, Tonalá y Arriaga, Chiapas e ingresar a Los Corazones, de San Pedro Tapanatepec.
“Vamos a estar pendientes del recorrido y cuando entren al territorio de Oaxaca, se desplegarán brigadas médicas para atender principalmente a mujeres y niños, y vigilaremos el trayecto para garantizar la seguridad de los migrantes”, dijo una fuente del gobierno oaxaqueño a EL UNIVERSAL.
Esta caravana, de acuerdo con las propias autoridades federales y estatales, es la más numerosa de todas las que han ingresado al territorio oaxaqueño en este año, donde ante el intenso flujo migratorio, el gobierno federal habilitó un Centro de Movilidad Migratorio (CMM), en Juchitán.
De acuerdo con estimaciones de las autoridades, tan solo de junio a noviembre de este año, han cruzado el territorio oaxaqueño poco más de 700 mil migrantes, en su ruta hacia la frontera norte de nuestro país, con destino a los Estados Unidos.
Esta reunión se da luego de que durante el tránsito de la caravana anterior en noviembre pasado, los migrantes denunciaron una serie de abusos de parte de autoridades oaxaqueñas, mientras que ediles de la región del Istmo de Tehuantepec se negaron a brindar ayuda humanitaria e incluso cayeron en prácticas discriminatorias y de xenofobia.