Desde hace cuatro meses, dijo, “los migrantes comenzaron llegar masivamente, casi unos 300 por día. Se van unos, pero llegan otros, ellos duermen bajo el Palacio Municipal que está fracturado por el terremoto de 2017 y hacen sus necesidades en el parque”, narró.
En un principio, dijo, como autoridades les llegaron a ofrecer tamales, atole, café y dulces para los niños y les dimos la atención médica, “pero ahora, por unos cuantos, pagarán todos porque ya no vamos a aceptarlos en Niltepec”, puntualizó en entrevista.
Los taxistas expusieron que los extranjeros realizan sus necesidades en la periferia de la central camionera y ahuyentan a los ciudadanos que desean el servicio del automóvil de alquiler. Incluso acusaron que cuatro de sus compañeros presentan infecciones intestinales.
Al retirarse del bloqueo a la salida y entrada de autobuses del ADO, los taxistas amagaron que si la empresa camionera sigue vendiendo boletos a los migrantes en esa central y si las autoridades no controlan el flujo migratorio, cerrarán de manera indefinida la terminal de primera clase.
El rechazo hacia los migrantes también se hacen presentes en los programas locales de noticias radiofónicas, donde algunos ciudadanos piden a las autoridades de los tres niveles de gobierno que frenen el flujo migratorio o que los detengan y deporten.