“No se suicidó, la asesinaron”: Exigen que se reclasifique a feminicidio caso en Istmo de Oaxaca

Juchitán de Zaragoza, Oaxaca.- Mónica Morales López, madre de Susana D. M, originaria de La Ventosa, agencia de Juchitán, exigió que sea reclasificado como feminicidio el caso de su hija, quien afirma que fue asesinada por su pareja en su casa y no se suicidó, como sostiene éste y que a su vez así concluyó la Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO).

En entrevista con EL UNIVERSAL, la madre cuenta que debido a las constantes agresiones que sufría su hija por parte de su pareja, interpuso semanas antes de la tragedia una queja ante la fiscalía, cuyo personal respondió que procedería si la víctima acudía a ratificar la denuncia, pero eso no sucedió por las amenazas y control que ejercía sobre ella su agresor.

 

 

El 12 de marzo, "el señor llegó con mi familia a avisar que mi hija se suicidó en la hamaca mientras él estaba en el patio arreglando su coche. Al llegar mi familia el cuerpo estaba sostenido en una pared, no en la hamaca, no había rastro de sangre en el lugar, ni siquiera en sus manos, pero mi familia observó que él sí tenía rastros de sangre en la cara.

“Él no permitió que se le realizara el estudio de pólvora en las manos; a mi hija se lo hicieron mientras estaba en el hospital y salió negativo. A mí no me quedan dudas que a mi hija la asesinó", detalla Morales López.

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Luego de que la pareja de Susana contó la versión del suicidio, el Centro de Justicia para las Mujeres de la fiscalía (Cejume) le dio la razón y dio por cerrado el caso; por ello, Mónica Morales exige que el caso sea reclasificado como feminicidio.

Para Mónica, su hija no era una persona depresiva como para suicidarse, además de que tenía una hija de dos años “que adoraba y que menos podía abandonar”, pero lo que más la alertó, dice, fueron los elementos que vio en el lugar donde encontraron el cuerpo.

“En procuraduría de Matías Romero, dónde lo detuvieron el año pasado por portación de arma de uso exclusivo del Ejército, cartuchos recortados y droga, dijeron que por los cargos él estaría de seis a ocho años de prisión, pero salió al día siguiente porque la mamá pagó 20 mil pesos al juez, eso fue lo que Elisandro dijo, sobornó a la autoridad y por eso lo soltaron”, publicó la madre en una denuncia hecha en redes sociales.

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Mónica mostró su molestia contra el Cejume, ya que asegura que la instancia le ha presionado para desistir de sus exigencias de justicia, pues sostiene que su hija se suicidó.

 

 

No obstante, señala que no piensa renunciar y asegura que llegará hasta las últimas consecuencias para lograr la reclasificación del caso y que se investigue con perspectiva de género.