“Que estamos aquí pacíficamente, que no estamos exigiendo más de lo que a nosotros nos corresponde de tantos años de antigüedad. Queremos que el señor gobernador nos preste atención y nos deje entrar a la mesa de diálogo”, explican a EL UNIVERSAL Imelda Rodríguez Gabriel, trabajadora social, y Lucero Castro Andrade, especialista quirúrgica, quienes forman parte de la plantilla despedida del Hospital de la Niñez Oaxaqueña.
“Estamos manifestándonos de manera pacífica, para mostrarle al gobierno y al pueblo para que entienda nuestro sentir, la inconformidad que tenemos por haber sufrido el despido de más de 2 mil 100 trabajadores con contrato a nivel estatal”, señala.
“No somos administrativos, somos personal paramédico que incluye a técnicos de rayos X, personal de cocina, trabajadores sociales, camilleros, no tenemos dentro de nuestra plantilla a ningún administrativo”.
“Necesitamos ser escuchados. Sí es muy importante para nosotros que nos de esa apertura para alguno de nuestros médicos o alguno de nuestros representantes, porque aquí no tenemos ningún líder sindical, no tenemos nada que ver con los sindicatos”, subrayan.
Rodríguez Gabriel y Castro Andrade dicen estar conscientes de la crisis financiera que atraviesan los Servicios de Salud de Oaxaca, así como de la falta de presupuesto causada, en parte, por la desaparición del Seguro Popular y la llegada, en su lugar, del Insabi.
Eso no impide que su demanda principal sea la recontratación de la planilla completa de personas despedidas en el Hospital de la Niñez Oaxaqueña y en el estado, con mejores condiciones laborales, ya que, a pesar de trabajar en un centro hospitalario, muchos de ellos no cuentan con seguridad social.
“Yo creo que es una cosa que no nos compete a nosotros, el hecho de que haya habido corrupción o desvío de recursos, ni tampoco es culpable la población, que es la que está sufriendo los estragos de esta situación”, concluyen.