En amenaza, especies de frijol oaxaqueño
Pese a que resguardan 800 muestras en el banco de germoplasma, cultivos están amenazados por la falta de recursos de los productores
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Ante la posibilidad de una catástrofe por el cambio climático en el mundo, en Oaxaca desde hace 16 años se mantienen en conservación algunas semillas nativas de la entidad, entre ellas el frijol, a fin de asegurar la alimentación de las futuras generaciones.
Son 800 muestras de las distintas especies de frijol cultivado en el estado, las que permanecen resguardadas a una temperatura de cero a cinco grados Celsius en el banco de germoplasma de especies nativas de Oaxaca, que fue creado en el año 2001.
Aunque con poco presupuesto, señala el investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Flavio Aragón, este plan de preservación opera en la región de Valles Centrales, a fin de conservar el recurso genético de las semillas del estado.
De las 800 semillas que se conservan, 750 son especies cultivadas y 50 son silvetres.
“A futuro, la guerra que viene es agua y recurso genético, si tenemos resguardado bien nuestro recurso genético de las diferentes especies de importancia económica, cultural, tenemos asegurada la alimentación futura de las generaciones que vienen, por eso es importante conservarlos, estudiarlos y mejorarlos porque la población está creciendo y va a requerir alimentos, cada niño que nace va a comer y va a ser adulto y va a demandar bastante alimento”, refiere el investigador.
De las 800 colectas, 750 de ellas son de especies cultivadas y 50 silvestres, aunque, de acuerdo con el especialista, aún hacen falta por recolectar las variedades de otras regiones como de la Mixteca Baja, la Cuenca del Papaloapan, la Sierra Sur y la zona de los Chimalapas, de la región del Istmo de Tehuantepec, debido a que no cuentan con los recursos suficientes para las colectas que faltan.
Tan sólo para este 2017, acusó, el INIFAP en Oaxaca recibió 50 mil pesos del gobierno federal para el mantenimiento de este banco, cuando en la práctica se requiere como mínimo de 500 mil pesos.
“No tenemos un financiamiento constante, y que vaya aumentando para mantener el banco; tenemos que estar luchando, peleando, ese es nuestro problema: pelear recursos al gobierno”, señaló Aragón.
La falta de recursos financieros ha generado, además, que no exista en la entidad un programa de mejoramiento genético del frijol, pese a su importancia para la conservación de la biodiversidad que puede ayudar a enfrentar el cambio climático.
Este banco de germoplasma —que también conserva semillas de maíz, calabaza y algodón—, está ubicado en el barrio de Santo Domingo Barrio Bajo en el municipio de Etla, al poniente de la capital de Oaxaca, y es un proyecto del INIFAP.
Pero la iniciativa de preservación ha sido tomada también por los productores, quienes forman parte de los 11 bancos comunitarios existentes en algunas regiones de Oaxaca.
Esfuerzo solitario
Anacleta García es una de las mujeres campesinas, quien cultiva 17 especies de frijol en su parcela ubicada en la comunidad de Santiago Asunción, en la región de la Mixteca.
Con recursos propios y sin la tecnología para el campo, cada año cosecha 32 maquilas de esta semilla en 17 variedades, como las llamadas vaquita, blanco, negro, amarillo, cacahuatero, rosita, y flor de mayo.
Ella, además, tiene sus semillas en el banco comunitario de conservación del INIFAP, instalado desde hace tres años en Santiago Asunción, localidad situada en el municipio de Silacayoápam.
La campesina destaca entre los demás productores de la región por sembrar una extensa diversidad de especies de frijol, el cual vende desde 25 a 30 pesos el kilogramo, dependiendo de cual sea la especie.
Pero su venta sólo se queda en el mercado local al igual que el resto de los productores de las ocho regiones, debido a que Oaxaca, por su bajo rendimiento de producción, no exporta esta semilla sino al contrario aquí se importa el frijol producido por Estados Unidos.
Para el cuidado del banco de semillas se requieren al menos 500 mil pesos, pero el gobierno sólo dio 50 mil este año.
En riesgo por deforestación
De acuerdo con el INIFAP, además del bajo rendimiento de producción, las especies silvestres de frijol están en riesgo de extinción a causa de las deforestaciones, sequías, incendios y plagas que son las principales amenazas al campo oaxaqueño.
Aunque hasta el momento no ha desaparecido ninguna especie, según la instancia federal, sí hay variedades que están en baja frecuencia como el de la planta microcarpus, debido al cambio de suelo en algunas zonas de la región de Valles Centrales.
En cuanto a la producción, otra de las amenazas es la falta de tecnología y recursos de los campesinos para combatir las plagas; es por esta razón que el estado sólo produce el frijol para autoconsumo.
De acuerdo con cifras del INIFAP, en Oaxaca se siembran en promedio unas 38 mil hectáreas al año, pero su rendimiento es bajo, debido a que únicamente se cosechan 700 kilos de frijol por hectárea.
El año pasado se registró una producción de 27 mil 64 toneladas de frijol, de 38 mil 898 hectáreas sembradas; esto fue equivalente a 290 millones 880 mil pesos.
En el estado existen, aproximadamente, 25 especies de este alimento, de las cuales cuatro son de variedades cultivadas como Phaseolus vulgaris, Lunatus, Coccineus y 21 silvestres.
Los vestigios de la domesticación de las plantas para el cultivo de esta semilla en Oaxaca datan de hace cuatro mil años de antigüedad, hallados en la cueva prehistórica de Guilá Naquitz, ubicada en Valles Centrales, que resguarda las evidencias del inicio de la civilización en América.