¿Progreso? Un Corredor Interoceánico en municipios sin drenaje

Empresarios y organismos civiles advierten que en el Istmo no existen plantas para tratar las aguas negras

Fotos: Roselia Chaca / EL UNIVERSAL
Especiales 30/06/2019 06:00 Alberto López Morales / Corresponsal Juchitán de Zaragoza, Oaxaca Actualizada 06:04

En  las comunidades  del Istmo de Tehuantepec las aguas negras lo mismo anegan calles y colonias, que terminan en los afluentes de los ríos que atraviesan la región y desembocan sin tratarse   en el mar. Son   los mismos 41 municipios oaxaqueños  que el presidente Andrés Manuel López Obrador quiere convertir en “el polo de desarrollo del sur y sureste del país”.     

  En  el Istmo, llamado a ser el núcleo del Corredor Interoceánico que unirá Salina Cruz, Oaxaca, con Coatzacoalcos, Veracruz,  los 41 municipios  carecen  de la infraestructura básica de saneamiento para atender la llegada prometida de industrias, comercios y maquiladoras: ninguno tiene plantas de tratamiento de aguas negras y tampoco de residuos sólidos, según  datos de las propias autoridades locales.

Alcaldes, representantes del sector privado y de la sociedad civil del sur de Oaxaca advierten que, sin la llegada previa de esta infraestructura esencial, difícilmente se logrará el anhelado desarrollo integral del Istmo de Tehuantepec porque, señalaron, hay otras carencias prioritarias   como  agua potable, hospitales y universidades, además de empleos, ingresos suficientes y una red carretera intrarregional.

aguas_2_101134968.jpg

Tener carro, pero no zapatos
Tore Knape Macías, especialista en Protección Civil y rescate, es contundente al responder sobre el Corredor Interoceánico.   En sentido metáforico, explica   que el plan que el gobierno federal tiene para el Istmo de Tehuantepec, cuya creación  se publicó en el Diario Oficial de la Federación el pasado 14 de junio, “se asemeja al padre que quiere comprar un coche nuevo, pero  sus hijos no tienen zapatos ni ropa. Así nos sentimos, desnudos, y alguien viene a ofrecernos una nueva vida”, afirma sin titubeos.

Las declaraciones del experto en Protección Civil no son gratuitas. Dice que esta zona  que une al  Pacífico con el Golfo de México, la más estrecha del país, siempre ha despertado el interés internacional para aprovechar   su posición geográfica  entre  dos océanos.   

Primero fue con  el gobierno de Benito Juárez, que vislumbró el tratado McLane-Ocampo; siguió con Luis Echeverría, sexenio en el que nació el Programa para el Desarrollo Integral del Istmo; un sexenio más tarde, con José López Portillo, se conoció como el Plan Multimodal, y  en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari se intentó con el nombre de Plan para el Desarrollo del Istmo. 

Ya en el nuevo siglo,   en la administración del panista  Vicente Fox, se impulsó con el nombre de Plan Puebla-Panamá y el gobierno de Enrique Peña Nieto incluyó a Salina Cruz como una de las Zonas Económicas Especiales (ZEE), hoy detenidas. Ninguno de estos planes  despuntó y la infraestructura básica para atender a los 500 mil habitantes del Istmo aún no ha llegado.

aguas_3_101134962.jpg
Salina Cruz, las urgencias 
Además de una población en su mayoría  de pueblos originarios, los 41 municipios del Istmo, tanto los que pertenecen al Distrito de Tehuantepec como los del Distritio de Juchitán, comparten otro elemento común: carecen de plantas para tratar las aguas negras procedentes de los drenajes, mismas que   inundan sus ríos.

 Y donde  sí  existían  esas plantas, las instalaciones  ya no funcionan por falta de inversiones y mantenimiento, explica a EL UNIVERSAL el especialista en tratamiento de aguas, Iván Hernández Martínez.

En la cuenca del río Tehuantepec, dice el experto,  en los municipios de Santo Domingo  Tehuantepec, San Blas Atempa y Salina Cruz funcionaban  plantas de tratamiento que arrancaron entre   1995 y 2010: actualmente, todas  están fuera de operación desde hace años. 

Según el alcalde morenista  Juan Carlos Atecas, en Salina Cruz sólo  funcionan dos plantas privadas de tratamiento de aguas negras, ambas  al servicio de la Refinería Ing. Antonio Dovalí Jaime que Petróleos Mexicanos (Pemex)   tiene en el puerto desde 1979. 

Además, admite que el drenaje de  Salina Cruz, el epicentro  del plan del Istmo, está colapsado: en la mitad de la ciudad la red está dañada, pues data de los tiempos en  que los  ingleses la construyeron —a inicios de 1900—; en  la otra mitad  ni siquiera se   cuenta con  este servicio. 

El edil calcula que sólo para resolver  la falta de una  planta de tratamiento de aguas negras se requiere de una inversión de  600 millones de pesos: “Estamos trabajando con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) sobre ese tema, mientras tanto toda la descarga domiciliaria va a parar en la dársena del puerto, en el muelle pesquero”, reconoce.

No es la única urgencia. Antes de que arranque el Corredor Interoceánico existen   43 puntos críticos  que deben atenderse en  el puerto de Salina Cruz, de acuerdo con estudios de especialistas. Entre ellos,  el edil  destaca   el crecimiento desorganizado de la ciudad,  sectores en riesgo por inundaciones,  invasión de zonas de reserva y la apropiación de espacios públicos.

Otras nueve plantas sin operar
La situación del río Tehuantepec se repite en  la cuenca del río Las Nutrias, señala Iván Hernández. De nueve municipios por donde corre este afluente,  sólo cinco tienen plantas de tratamiento de aguas negras, nueve en total; sin embargo, lamenta, ninguna de esas plantas funciona, por lo que finalmente todas las descargas  terminan en el cauce de ese río.  
Juchitán, El Espinal, Ixtaltepec y Ciudad  Ixtepec tienen dos centrales, y  Santa María Xadani tiene una; todas están paradas. 

En el caso de Juchitán, la planta lleva tres años sin operar por falta de mantenimiento y deudas a las CFE, mientras que en la ciudad los ductos del drenaje están reventados y los desechos se riegan por las calles.  

Para rehabilitar y volver a operar  estas plantas se requieren hasta 30 millones de pesos para cada una, sin contar la red de tuberías, calcula  Iván Hernández, ingeniero industrial con especialidad de tratamiento de aguas. 

En el caso de municipios como Ciudad Ixtepec y Unió Hidalgo, los presidentes municipales  Rogelio Cheng y César Carrasco, respectivamente, informaron   que están gestionando ante  autoridades federales y estatales la liberación de recursos para que en 2021 puedan construir sus plantas de tratamiento y así  facilitar la instalación de empresas en sus territorios. 

Pero, incluso si los recursos  para echar a andar las plantas de tratamiento llegaran,  empresarios  como Juan González Davar indican  que  para recibir la inversión privada que anhela el  Corredor Interoceánico se necesitan  plantas para procesar  residuos sólidos (basura),  estaciones de bomberos y Protección Civil. Sólo atendiendo esas necesidades, coinciden, podrá alcanzarse el ansiado progreso.

Comentarios