Juchitán, Oax. – En el poblado pesquero de Puerto Paloma, donde viven unas 500 personas, el agente municipal, Rommel Zavala Castillejos, dice que ya está endeudado con las dueñas de las pequeñas tiendas. “Cada que voy a pedir fiado, las doñas me ponen cara”, comenta.
El señor Rommel no es el único que le debe a la señora de la tiendita, la agente municipal de la pesquería Trejo, doña Viviana Santos Ventura, confiesa que lleva días pidiendo fiado para ayudar con frijoles, panes y arroz, a sus poco más de 300 gobernados, atrapados entre el agua y el lodo.