Conoce el “museo sin paredes” que muestra la obra de más de 50 artistas contemporáneos de Oaxaca

Oaxaca, un libro que recoge una muestra representativa importante del arte contemporáneo que se crea en el estado

Conoce el “museo sin paredes” que muestra la obra de más de 50 artistas contemporáneos de Oaxaca
Foto: Juan Carlos Zavala
Más de Oaxaca 15/06/2021 08:33 Juan Carlos Zavala Oaxaca Actualizada 08:33

Oaxaca de Juárez.— No es la biblia, no es sagrado, tampoco es un trabajo concluyente, advierte el escritor y periodista Alonso Aguilar Orihuela; pero sí es un ápice de la gran riqueza cultural que hay en Oaxaca, un libro que recoge una muestra representativa importante del arte contemporáneo que se crea en el estado.

Paralelamente a lo que algunos han llamado la “escuela oaxaqueña de pintura” y bautizada así por Andrés Henestrosa, desde hace más de tres décadas artistas oaxaqueños y no oaxaqueños pero que radican en Oaxaca han desarrollado formas distintas de creación que van más allá de esa “escuela” en que se ha situado a diferentes pintores, y también como un distintivo cultural más para la entidad.

La inquietud de mostrar que hay “otras apetencias estéticas” llevó a Alonso Aguilar a la realización de un trabajo bibliográfico sobre el estado del arte y del movimiento cultural que abarca desde 1988 hasta 2019, como un “corte de caja”.

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Así nace “+50 artistas contemporáneos en Oaxaca”, una colección bibliográfica de 57 artistas y ensayos de críticos de arte como Joaquín Barriendos, Fernando Solano Olivares, Ariel González, Paola Ambrosio Lázaro e Hiram Villalobos, entre otros.

 

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Foto: Juan Carlos Zavala

 

El libro está pensado como si fuese un museo y los artistas seleccionados como el resultado de una curaduría: está dividido en siete salas imaginarias cada una de las cuales inicia con el texto de algún crítico de arte; además, incluye un ensayo de Alonso Aguilar sobre la historia del arte en el estado que abarca desde 1988 en que Francisco Toledo fundó el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) hasta su muerte en 2019. Toledo pudo leer el ensayo e hizo algunas anotaciones.

“Este libro es un museo sin paredes, un museo imaginario que me permite viajar”, expresa el autor.

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“Gran parte de este libro nace”, apunta, “porque cuando fui director del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO) platicábamos (Francisco) Toledo y yo, que hay muchos jóvenes artistas que abrevado del IAGO, de los cursos que hay y que era necesario mostrarlos y que los museos en Oaxaca no eran suficientes para albergar a tantas personas”.

Una de las aportaciones del libro es que Alonso Aguilar acuña una categoría que le llama arte popular contemporáneo, y en la que le permite incluir a artistas como Rolando Rojas que trabaja con el barro, y a Olegario Hernández y José Cruz ambos talladores de jícaras; a quienes usualmente se les ve como artesanos pero que el refinamiento en su técnica “hace que hacen que se separen del grueso de su comunidad y de las personas que realizan esta actividad”.

 

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Foto: Juan Carlos Zavala

 

“Para mí es muy importante que se pueda desposeer al arte de esta fosa elitista que se tiene. Muchas veces se piensa que el arte contemporáneo, y me tocó con este libro, solamente se hace en la Ciudad de México y me tocó escuchar descalificaciones que lindan en lo racial, incluso: como un lugar con carencias como Oaxaca va a realizar arte contemporáneo.

“Me sorprendía de ese tipo de expresiones dolorosas y la reacción fue el libro. No, claro que no. en Oaxaca sí tenemos muchas carencias y lo contemporáneo se asume de otras maneras y estas otras maneras se ve en los textiles, por ejemplo, está Alelí Hernández, originaria de la Costa que crea un grupo y comercializa sus productos en conjunto”.

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Alonso Aguilar sostiene que el arte debe verse como una sucesión de eventos históricos y este evento histórico que aborda en el libro “+50 artistas contemporáneos en Oaxaca” no se puede entender sin la escuela oaxaqueña de pintura, sin Rufino Tamayo, sin Miguel Cabrera y sin las pinturas rupestres.

 

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Foto: Juan Carlos Zavala

 

Porque mucho del arte contemporáneo, explica, se vincula con lo antiguo en Oaxaca. “Uno ve la obra del maestro Toledo, sobre todo su cerámica, la que expuso en el Museo de Arte Moderno al final de su vida, y parecía que eran obras que bien podían pasar por algunas piezas funerarias rituales de zapotecas”.

El escritor afirma que hay un vínculo profundo en el arte contemporáneo, por lo menos en Oaxaca, con lo prehispánico. Lo contemporáneo no significa negar la historia, sentencia, significa ubicarnos en un momento histórico presente, “no es echarle tierra al pasado y decir estos son malos”.

“Es decir: esto es distinto de esto, y esto, también somos nosotros. No solamente somos las mujeres voladoras, los toros que ven la luna, las iglesias retratadas, somos también la cerámica que no tiene forma como la de Peguero, somos las mujeres retadoras que pinta Doctor Lakra, somos también esa otra parte, no nada más estos oaxaqueños detenidos en el tiempo”.

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