La Noria, la colonia donde 200 familias viven amenazadas por el Tren Transístmico

Habitantes de la zona que llevan viviendo ahí 30 años confiados de que nunca más pasaría el tren, ya fueron notificados que serán reubicados, pero aún no tienen información de lo que pasará con sus hogares

La Noria, la colonia donde 200 familias viven amenazadas por el Tren Transístmico
Foto: Edwin Hernández
Municipios 09/12/2020 12:18 Alberto López Oaxaca Actualizada 10:30

Santo Domingo Tehuantepec. — Mientras unos niños brincan sobre los nuevos durmientes de cemento entre las vías del tren, a unos cinco metros, los rostros  que muestran sus familiares desde las ventanas enmarcan los contrastes entre la alegría de no saber y la pesada incertidumbre que viven los habitantes de la colonia  Noria, ubicada entre Tehuantepec y Salina Cruz, al  poniente de la carretera Transístmica.

En esa zona, donde confluyen otros pequeños asentamientos, como La Brecha, Pearson y Flor de Azalea, hay poco más de 200 viviendas, construidas desde hace  25 y 30 años sobre superficies de 300 metros cuadrados, mismas que están dentro del llamado Derecho de Vía del Tren Transístmico, que corre de Salina Cruz, Oaxaca, a Medias Aguas, Veracruz. 

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“Dicen que nos van a reubicar, eso dijeron los abogados de la empresa ferrocarrilera. Hace dos meses vinieron unos representantes del tren y en una reunión nos dijeron que no podemos seguir aquí, que nos van a reubicar, pero no han dicho cómo ni  cuándo. ¡No hay nada oficial! Pero nosotros queremos que el gobierno nos deje vivir acá”, comenta  Zaira López Antonio, quien lleva 32 años viviendo junto a estas vías con sus hijos y sus nietos.

“Somos 10 en  la familia y tenemos miedo que nos saquen y no nos cumplan  la reubicación”, agrega. 

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Foto: Edwin Hernández

Zaira tiene su vivienda sobre el lado poniente de las vías que corren de norte a sur hacia el puerto de Salina Cruz. En junio, recuerda, vinieron unos trabajadores con grandes máquinas a cambiar  durmientes y rieles y extender el balastro o piedra de tren, como se le conoce. También  abrieron zanjas en ambos extremos de las vías y ya no las rellenaron. Ahora, los vecinos no pueden entrar hasta sus viviendas en ningún tipo de transporte.

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De acuerdo con la información de la empresa Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec (FIT), los trabajos de modernización de las vías ferroviarias en el tramo El Jordán a Salina Cruz, donde se localiza la colonia Noria, que pertenece al municipio de Santo Domingo  Tehuantepec, fue ganado por la empresa Construcciones y maquinaria SEF por  un monto de 250 millones de pesos, y es a dicha compañía a la que responsabilizan de destruir los caminos laterales a las vías del tren.

“Si como dicen que nosotros estamos invadiendo su derecho de vía, eso no les da ningún derecho a destruir los accesos a nuestras viviendas. Varios  dueños de automóviles ya se accidentaron en esas zanjas, otros colocaron un poco de tierra para rellenarlas, pero no se vale que desde ahora muestren ese desdén hacia nosotros”, dice Isidora Vega García, otra  de las vecinas que consideran   como  hostigamiento los actos de la empresa y del FIT, responsables de la obra. 

Jugar entre las vías

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Foto: Edwin Hernández

A unos 15 metros del acceso oriente de esta colonia,  que comparte nombre  con  otro asentamiento conocido como Fraccionamiento La Noria, se ve un enorme claro como de 300 metros cuadrados que sólo conserva el letrero La Canchita. Se trata de una obra comunitaria que tuvo que ser derribada por los trabajos. 

“En ese claro, ahí estaba una canchita de voleibol, de básquetbol, de futbol rápido y que servía para ejercicios de zumba, llegaron los trabajadores y destruyeron todo. Sólo nos dijeron que en dos meses volverían a reconstruirla. Esa obra nos costó a los vecinos que compramos cemento, arena y los accesorios. Han pasado cinco meses y nadie viene a reconstruirla,  y por eso ahora los niños juegan entre las vías”, dice  Isidora.

Mototaxista desde hace 10 años, que cubre la ruta cercana de la carretera Transístmica a la colonia y al fraccionamiento La Noria,  Isidora Vega García cuenta que lleva 20 años habitando en la vivienda que construyó a unos cinco metros de las vías del tren.

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 “Allá por el  2000, el tren ya no corría, por eso muchos construimos aquí, nos decían que el tren ya no iba a correr nunca más y ahora nos quieren desalojar”, denuncia.

Según Isidora, son poco más de 200 los vecinos que viven en La Brecha, Pearson y Flor de Azalea, y  todos viven  con la zozobra sobre  qué pasará.

“Dicen que nos van a reubicar, pero nadie ha dicho cuándo y cómo. Vamos a   esperar a  las autoridades. Lamentablemente la presidenta municipal, Vilma Martínez [Morena], no ha querido intervenir”, dicen los vecinos.  EL UNIVERSAL buscó a la edil, pero no se obtuvo respuesta.

Dos veces expulsado 

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Foto: Edwin Hernández

En ese cruce del acceso a la colonia Noria  las luces de un negocio de abarrotes y frutas ilumina tenuemente el símbolo ferrocarrilero de Cuidado con el Tren. Enfrente hay una nevería, al lado una estética, y sobre las vías recién cambiadas cruzan  los automotores. Es el único punto donde no se han cambiado durmientes ni rieles.

A unos 100 metros hacia el norte del cruce de las vías, frente al lado poniente del paso del tren, Moisés Navarro Cervantes y sus ayudantes trabajan en el taller de cancelería y herrería. Por las zanjas abiertas que dejaron los trabajos de modernización de las vías, se le dificulta atender a sus clientes, pero le incomoda más la incertidumbre que provoca la posibilidad del desalojo.  

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“Yo vivía allá atrás, en el fraccionamiento La Noria, pero después del temblor de septiembre de 2017, mi casa se dañó y me dio miedo seguir viviendo ahí y por eso me vine al taller que fundamos hace más de 20 años aquí en las cercanías de las vías. Los abogados  primero nos dijeron que nos van a retirar para reubicarnos, que iban a reclamar 20 metros, después 15  y luego que el derecho de vía sería de 10. Nos preocupa todo”, dice.

De acuerdo con  José Sánchez Pérez, director de Ferrocarril del Istmo, en el paso del Transístmico, tan sólo en el tramo de Salina Cruz a Tehuantepec, hay poco más de 200 viviendas. La zona más compleja, aseguró a EL UNIVERSAL, es la colonia de Isidora y Moisés, donde hay casas hasta a un metro de las vías, pues con el paso de los años no se respetó el derecho de vía de al menos 15 metros.

Será la Secretaría de Desarrollo  Territorial y Urbano la que se encargue del reordenamiento para que pueda avanzar el proyecto, que ya tiene un retraso de entre ocho y nueve meses.

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