Desde entonces, han emprendido una lucha de resistencia y legal interminable. El pasado primero de junio, por ejemplo, detuvieron un camión con 20 toneladas de mineral extraído ilegalmente de la mina. Al siguiente día, por decisión de la asamblea comunitaria, no se instalaron las casillas para las elecciones más grandes de México, en protesta al cierre definitivo de la minera.
“Estamos luchando por lo que es nuestro. Ha sido un desgaste tremendo, para las autoridades, para la comunidad en general, desgaste económico, físico, moral de todo. Y, sin embargo, hemos dado la batalla, sabemos que tenemos la razón”, destaca Saúl Aquino, integrante del Consejo de Caracterizados, el cual analiza diversas situaciones de la gobernanza comunitaria de Capulálpam.
“Luchamos por el agua, por la vida, luchamos porque creemos que hay otras formas diferentes de convivir con la naturaleza y de tener esta relación tan estrecha”, dice con seguridad, el presidente de Bienes Comunales, Francisco García López.
Es la segunda vez que los pobladores y autoridades comunitarias decomisan decenas de toneladas de minerales extraídos en sus territorios. Y aunque la empresa ha dicho que está en otro municipio, la excavación subterránea ha avanzado a más de 50 kilómetros debajo de los bosques de Capulálpam.
De acuerdo a las mismas autoridades, la minería ha funcionado por más de 200 años en los territorios de esta comunidad zapoteca y todo lo que ha dejado es zozobra en los bosques, en la salud de las familias y en la vida comunitaria, además de llevarse el oro y la plata de este territorio.
A principios de los años 90 la empresa minera cerró sus actividades. Pero a partir del año 2002, La Natividad y Anexas, S.A. DE C.V. acaparó concesiones mineras en cientos de hectáreas de bosques en la Sierra Norte de Oaxaca, entre ellas, ocho en Capulálpam de Méndez y dos en la Natividad.
En 2005 llegó a Capulálpam el gerente general y otros representantes de la empresa canadiense Continuum Resources Ltd, para presentar un proyecto de exploración y extracción de minerales hacía el norte de donde está ubicada actualmente la mina, sobre la última reserva de agua de Capulálpam. Desde entonces, la resistencia y la lucha legal se han vuelto la bandera de las familias.Esta zona Norte corresponde a la cuenca de la “Y” donde Capulálpam tiene su última reserva de agua para el consumo humano.
“Desde este nuevo proyecto, hemos interpuesto innumerables denuncias ante la Profepa, Conagua, Semarnat y la Secretaría de Economía, por las graves consecuencias ambientales, sociales y de saqueo de minerales por la empresa canadiense, Natividad. Pero los organismos no han supervisado, ni han aplicado las leyes en materia del medioambiente y de protección a los derechos de nuestra comunidad, y de las comunidades de la Sierra Juárez que han sido directamente afectadas por la minera”, acusan las mujeres, hartas de las omisiones del Estado mexicano.
De las 23 concesiones mineras vigentes en la Sierra Norte, 13 se ubican en Capulálpam de Méndez, el cual lo convierte en el municipio con mayor número de concesiones en esta región de Oaxaca, de acuerdo a la Secretaría de Economía (SE), en México.
Según información obtenida vía transparencia por este medio, hasta 2018 en el estado de Oaxaca sumaba 259 concesiones registradas; sin embargo, podrían ser más, debido a que el gobierno federal determinó bloquear esta información desde inicios de ese año.
De las 259 concesiones registradas, 27 corresponden a la Mixteca; 9 corresponde a la Cañada; 15 a la Costa; 77 al Istmo; 27 a la Mixteca; 23 a la Sierra Norte; 17 a la Sierra Sur; 0 a Papaloapan y 91 en Valles Centrales, de acuerdo al reporte de la Dirección General de Minas de la Secretaría de Economía federal.
“No es casualidad que se hayan incendiado nuestros bosques tres días después de que hiciéramos público nuestro rechazo a la minería y dos días después de las elecciones donde no permitimos la instalación de casillas”, dice uno de los vecinos de Capulálpam que omitió su nombre para evitar represalias.
El incendió que comenzó el día 4 de junio consumió cerca de 100 hectáreas de bosque: “cuando ya se había apagado de un lado, se volvió a prender de otro lado, al mismo tiempo”; “cuando estábamos apagando el fuego, se escucharon detonaciones”, narran las personas que asistieron a apoyar a apagar el fuego.
En tanto, un día antes del incendio y al día siguiente de las elecciones, el 3 de junio, durante la conferencia de prensa del gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, se calificó como “irresponsables” las acciones de Capulálpam al evitar las instalaciones de las casillas para las elecciones más grandes de México.
“Ahí fue una irresponsabilidad de Bienes Comunales, no permitir que los ciudadanos participaran y ejercieran su derecho a opinar”, dijo el mandatario de Oaxaca.
Comparó el derecho a votar con el derecho a la alimentación, como un “crimen”. “Si Capulálpam nos hubiera avisado con 8 días de anticipación, lo hubiéramos tratado, y lo hubiéramos platicado con ellos”, declaró.
De acuerdo a los pobladores, antes de los años 90, decenas de familias de Capulálpam dependían de la minería, pero con el tiempo se dieron cuenta de todos sus efectos negativos a sus bosques y a la vida comunitaria. “Trabajaba mucha gente de Capulálpam, después se dieron cuenta de que estaba perjudicando mucho a la comunidad”.
Aunque actualmente trabajan los pobladores de La Natividad, quienes dependen directamente de la mina, han tenido diferencias con los de Capulálpam, “Nosotros no tenemos nada contra nuestros vecinos, es contra la empresa. Y claro, la mina aprovecha esto, para que la gente se oponga al cierre y arremeta contra nosotros”, han dicho los vecinos de Capulálpam.
“Cuando Capulálpam determinó que no hubiera ningún trabajador en la empresa minera, fue duro y difícil para unos, pensaron que era lo único que podíamos hacer. Sin embargo, ha habido desarrollo en la comunidad. Y aquí estamos”, cuenta Miguel Ramírez.
Y es que, para poder hacer frente a la minería, las familias zapotecas han establecido una sólida gobernanza comunitaria que forma aspectos como la toma colectiva de decisiones en asamblea y el trabajo comunitario. En su desarrollo comunitario, forma parte la conservación del territorio, en donde Capulálpam ha logrado impulsar una serie de empresas comunitarias como un aserradero, una compañía de ecoturismo, una purificadora de agua, una clínica de medicina tradicional, la procesadora de materiales pétreos, un proyecto de mujeres artesanas, entre otros. Estas empresas generan más de 55 empleos directos y varios indirectos.
En su momento, los pobladores solo podían integrarse al modelo como mano de obra barata, mientras observaban el deterioro de sus bosques, ríos y pozos. En 1981, cuando Fapatux solicitó una renovación de su concesión por 25 años más, se realizaron movilizaciones en más de 30 comunidades, logrando que no se renovaran las concesiones forestales.
A partir de 1985 una nueva ley autorizó que las comunidades pudieran realizar sus propios planes de manejo forestal. Cuatro años después, nació la Unión de Comunidades Productoras Forestales Zapotecas-Chinantecas (UZACHI), integrada por Capulálpam de Méndez, Santiago Xiacuí, Trinidad Ixtlán (zapotecas) y Santiago Comaltepec (chinanteca), el cual sigue funcionando actualmente.
Por su exitosa labor de conservación, Capulálpam ha sido reconocida a nivel nacional e internacional por diversas organizaciones de conservación ambiental, como el Fondo Mundial para la Conservación de la Vida Salvaje (WWF) y el Consejo Mundial Forestal (Forest Stewardship Council o FSC por sus siglas en inglés).
“Hemos trabajado mucho por el cuidado de nuestros bosques, pues obviamente esto nos abate emocional, moral y ecológicamente, porque es un suceso para el cual no estábamos preparados, sin embargo, esta comunidad es resiliente ha logrado abatir el fuego con la ayuda de otras comunidades. Y a nosotros como hombres y mujeres de esta comunidad nos toca seguir haciendo la labor para recuperar lo más pronto posible nuestros bosques”, dijo Ariatna, integrante del consejo antiminero.
Saúl Aquino, agrega que, la minería se contrapone a todo el trabajo que han sostenido por décadas en la conservación de los bosques, “consideramos que estamos haciendo lo correcto. Sin embargo, es una lucha que ya lleva muchos años. Somos una comunidad pequeña, alrededor de 1600 habitantes, pero sin embargo le hemos hecho frente a este problema”.
Debido a los cambios de nombres de las empresas que operan la concesión minera canadiense Continuum Resources Ltd, no fue posible solicitar su versión sobre su operación ilegal en el territorio de Capulálpam. De acuerdo al informe 2021 de la Secretaria de Economía (SE), la compañía Continuum Resources Ltd ya no opera en el país desde el 2020.
Las autoridades de Capulálpam de Méndez señalaron los amparos de la minera canadiense ha sido a través de barra de abogados, por ello ha sido casi imposible avanzar con las sentencias, “la lucha ha sido por muchos años, porque nunca se sabe donde operan sus oficinas, contratan una y otra bufete de abogados y de abogados”.