La fotógrafa que captura la identidad mestiza de Oaxaca
Citlali Fabián rescata la antigua técnica del colodión húmedo, con ella busca mostrar la herencia cultural y el cuidado de la lengua
“Más allá del color de mi piel, mestiza es mi sangre, mi forma de pensar, la forma en que miro y me miran... la condición que otros señalaron en mí, y que hoy tomo por mía”, escribió la fotógrafa Citlali Fabián, para describir “Mestiza”, una de sus colecciones fotográficas más recientes.
En entrevista con EL UNIVERSAL, la fotógrafa originaria de Villa Hidalgo Yalalag, en la Sierra Juárez del estado, relata que el proyecto empezó en el año 2014 y tiene como objetivo explorar la identidad femenina, en complicidad con las modelos.
La fotógrafa explica que el proyecto está compuesto por 16 retratos y requiere un proceso creativo, en el cual se encarga de capturar rasgos de las mujeres, a través de la técnica colodión húmedo.
“Esta técnica es sensible a una parte del espectro lumínico, al que no lo es la fotografía contemporánea, en color. Es un proceso que data del siglo XIX, sensible a los rayos UV”, explica Citlali Fabián.
La fotógrafa refiere que cuando se realiza este tipo de retratos a la gente morena, el tono de la piel se torna más oscuro de lo que en realidad es. “Una de las modelos, cuando se vio retratada, vio en ella facciones que comparte con su abuela”, añade la experta.
Asimismo, Citlali asegura que el proceso conecta a las personas con el pasado y de esta forma poder generar conciencia de que “a pesar de todo el tiempo que ha transcurrido, estamos conectados con nuestra parte mestiza”.
El proceso
El colodión húmedo es un procedimiento fotográfico creado en el año 1851, por Gustave Le Gray, que fue el primero en indicar un procedimiento con este compuesto, consiguiendo imágenes mediante el revelado con sulfato de protóxido de hierro.
Citlali indica que dicho proceso requiere de mucho compromiso, tanto de los modelos como del fotógrafo; también se necesita tiempo y de la conciencia de quien posa de que está siendo retratado.
Los tiempos de exposición son muy largos, que requieren incluso hasta seis horas para igual número de retratos. Por ello, para lograr las imágenes que conforman la muestra “Mestiza”, la fotógrafa requirió de la ayuda de mujeres, amigas suyas, quienes conocen las características del trabajo, en cuanto a su procedimiento y tiempo.
Acercamiento al pasado
Citlali Fabián es parte de una familia que se dedica a la impresión fotográfica, por lo que creció interactuando con la fotografía, entre cuartos de revelado y procesos que han ido cambiando con el paso del tiempo, de lo cual ha sido testigo.
Cuando llegó el momento de elegir su carrera académica decidió estudiar Fotografía en la Universidad Veracruzana. “Empecé una conexión diferente con la fotografía, con una noción anterior a la era digital”, agrega Citlali.
Durante su formación conoció al fotógrafo estadounidense Byron Brauchli, quien incursiona en una técnica llamada heliograbado; ahí se dio el primer acercamiento de Citlali a la fotografía histórica.
“Quedé maravillada y después aprendí el proceso de paladio platino, por lo que empecé a investigar. En la universidad también tuve un acercamiento al colodión húmedo, pero no fue sino hasta conocer el trabajo de Mark Osterman, quien rescató la técnica”, recuerda.
Perfeccionar conocimiento
Más tarde, la oaxaqueña se inscribió en un taller que Osterman impartiría en Estados Unidos, en la escuela de fotografía George Eastman House, en Rochester, Nueva York, Estados Unidos. Este recinto universitario ha acogido las exposiciones de Citlali en varias ocasiones. La fotógrafa dice que con el tiempo, el conocimiento de dicha técnica se ha ido extendiendo.
La artista calcula que en México son unos 20 fotógrafos quienes la practican; no obstante, cuando ella comenzó su incursión en la foto histórica, a través de esa técnica, eran sólo tres.
En México, apunta, el ejercicio con colodión húmedo ha sido complicado, debido a la escasez de materiales.
Actualmente, la fotógrafa yalalteca trabaja en una nueva serie de imágenes en las que explora las historias de su familia y con ello mostrar cómo es la vida en Yalalag, así como la importancia de la preservación de la herencia cultural y el cuidado de la lengua materna.