Luis, el chef oaxaqueño que llevó los tacos a Israel

Su negocio recibe de 200 a 400 clientes en un día; este proyecto nació de “una historia de amor”, relata

Fotos: Cortesía
Especiales 29/08/2018 16:14 Actualizada 11:36

Los tacos preparados al estilo oaxaqueño con tortilla de maíz, las aguas frescas tradicionales, así como helados y churros son parte de la gastronomía que ya invadió Israel.

¿El autor?  Un chef oaxaqueño que en julio abrió las puertas de  Tacos Luis, un local  que en menos de dos meses se  ha convertido  en referencia de la comida mexicana en la ciudad de Jerusalén. Recibe al menos 200 clientes al día.

Se trata de la iniciativa de Luis Cruz Salinas Hernández y  su esposa Leah Stoffer. En entrevista telefónica con EL UNIVERSAL, Luis, originario de la ciudad de Oaxaca, cuenta que la idea de impulsar los tacos en un país oriental no es casualidad, pues estudió la licenciatura en Gastronomía, la cual concluyó en 2007.

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Después, comenzó a abrirse paso en el ámbito  gastronómico y fue contratado en restaurantes de prestigio, como Casa Oaxaca y Pitiona. Su profesión también lo llevó a cocinar para ingenieros foráneos en una mina en San José de Gracia, San Pedro Totolápam.

El inicio de la historia

Si bien la formación de Luis fue vital para que los tacos aterrizaran en Israel, el oaxaqueño explica que el detonante fue “una historia de amor”.  Cuenta que su madre renta cuartos para extranjeros en el centro de la ciudad, habitaciones generalmente ocupadas por estadounidenses, pero que  “de  vez en cuando llegan europeos o de otras partes del mundo”. 

—Un día llegó una joven y se hospedó; dijo que recién había terminado su etapa obligatoria en el Ejército, y tras ello sus padres le dieron permiso de viajar por el mundo. No le tomé importancia en casa, sino después que nos vimos en el centro de la ciudad. Ahí platicamos de nuestras aficiones, de nuestros planes, cuenta Luis.

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Así fue como Luis conoció y se enamoró de Leah, quien lo invitó a viajar a Nueva York, donde ella trabajaba en una panadería. En 2011 partieron y se instalaron por cinco años en esa ciudad norteamericana. Ahí, el oaxaqueño se convirtió al judaísmo, gracias a un rabino radicado en esa ciudad; luego se casó con Leah y vino el primer hijo.

—Trabajamos juntos en la panadería, sólo repostería francesa; ahí fue donde aprendí otra etapa del arte culinario y  comenzamos a planear lo propio, platica Luis desde Jerusalén.

Un palomazo, el origen

El chef expone que el proyecto nació entre él, su cuñada y su esposa, pues pensaron en abrir un negocio de comida mexicana.

 “En 2015 nació nuestro hijo y decidimos mudarnos a Jerusalén, en busca de aterrizarlo”, cuenta.

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Luis dice que durante dos años estuvieron buscando ingredientes semejantes a los mexicanos, como maíz,  chile, tomates; así como la forma de nixtamalizar el grano para que adquiriera la consistencia y el sabor característico  que tiene la tortilla oaxaqueña.

Como parte de ese proceso, en 2016 la pareja viajó a la ciudad de Oaxaca para seguir conociendo nuevos procesos y formas de preparación de  alimentos, ahora con ingredientes israelíes. Además, aprovecharon para llevarse una máquina tortilladora.

Mientras la idea del restaurante en Israel se concretaba, Luis laboró en una panadería, a la vez que comenzaron a dar cursos de cocina mexicana a los connacionales radicados en ese país. Fue entonces que nació la idea de los tacos.

—Todo surgió a raíz de un ‘palomazo’, en 2017; unos amigos que tienen una cervecería nos invitaron a hacer tacos para ese lugar, con salsa, música, ambiente mexicano para transmitir un poco de nosotros.

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Fue así como a inicios de 2018 comenzaron a buscar socios y financiamiento; en marzo un arquitecto y un  diseñador adaptaron el local como una típica taquería oaxaqueña.

A principios de julio, comenzaron a operar en un local en forma y la respuesta no se hizo esperar.

—Vimos la reacción de la gente, sí les gustó que hubiera algo diferente en Israel; costó trabajo para cambiarles la concepción de tacos, porque muchos lo asimilaban con los ‘burritos’ que hay en Estados Unidos, explica

Desde el nacimiento de la taquería, dice el oaxaqueño, “los mexicanos se han dejado venir de  todos lados de Israel”  y “todo Jerusalén está hablando de Tacos Luis”.

 —La tortilla se elabora ahí, se prepara todo con verduras frescas, hay totopos con guacamole, con salsa, adicionalmente se venden cervezas mexicanas, señala.

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Añade que importar productos mexicanos no resultaría rentable, por ello viajan a distintas regiones de Israel para adquirir ingredientes  frescos, con el toque mexicano se le da en la preparación.

En los casi dos meses que llevan, al día  llegan más de 200 clientes y los jueves hasta 400, quienes  incluso hacen fila. La mayoría son israelíes y norteamericanos, por esa razón sus productos  son 100% Kosher —comida preparada según los preceptos de la religión judía que se estipulan en el Levítico—. 

El local es atendido por nueve personas,  dos de ellos mexicanos.  Una orden de tacos y un refresco o agua cuestan 48 Sheques,  unos 240 pesos mexicanos.

—La gente lo paga porque en Israel el nivel de vida es alto, pero además porque les gusta el sabor, les gusta lo mexicano. Jamás imaginé que tuviéramos tanto éxito, concluye Luis.

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