Recolectan libros en CDMX, para presos oaxaqueños
Al proyecto se sumó la editorial Almadía y la Hostería La Bota, ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, en donde se recolectan los libros

El escritor Juan Manuel Servín, a través de su editorial Ediciones El Salario del Miedo y con la colaboración del centro cultural Hostería La Bota, del escritor Antonio Calera-Grobet, organizan una colecta de libros para abrir una biblioteca literaria en el Centro de Reinserción Social número 1 de Ixcotel, Oaxaca.
La iniciativa surgió a partir de que Servín y el artista gráfico César Chávez se plantearon la idea de impartir talleres de lectura en el penal, debido a que Chávez, durante su reclusión ahí -acusado por el delito de violación y posteriormente dejado en libertad- fundó un taller de grabado y serigrafía con ayuda del artista Francisco Toledo; por ello, la idea de abrir una biblioteca no pareció descabellada.
“Si seguimos mirando a los detenidos y delincuentes como nuestros enemigos eso habla más de nosotros como sociedad que de ellos como presos”, destacó Servín.
Cuando César Chávez estuvo recluido se percató de que muchos de los presos son analfabetas o tiene niveles bajos de educación, por ello es que surgió el interés de apoyarlos.
Al proyecto se sumó la editorial Almadía y la Hostería La Bota, ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, en donde se recolectan los libros.
Servín señala que su labor colectiva no es un paliativo, sino un apoyo, “con la finalidad de reconstruir aunque sea un poco un tejido social”.
Calera-Grobet, por su parte, agregó que “cuando se está en una cárcel tienes que estar evaporando o volviendo gas todas tus ansiedades y la lectura será uno de los pocos escapes de que dispongan los presos”.
Al ser cuestionados sobre si los presos estarán interesados en la lectura, mencionaron que su estrategia es acercarles materiales sólo de corrientes literarias, que les puedan resultar llamativos.
Los impulsores dicen estar conscientes en que la solución no llegará por el hecho de abrirles una biblioteca, pero los libros que les donen sí les serán de gran ayuda para fortalecer sus herramientas de reinserción y ampliar sus conocimientos.
“El objetivo es interesar a los internos en una actividad que les haga resarcir intelectual y espiritualmente todo el tiempo de ocio forzado al que se ven obligados” aseguró Servín.
El escritor opina que una institución de rehabilitación social debe brindar las herramientas, para que al cumplir su condena, los presos puedan integrarse con mayor facilidad a la sociedad.
Pero ante la posible falta de presupuesto de las autoridades del penal de Ixcotel para impulsar un espacio recreativo, los involucrados en la colecta sólo piden el espacio físico y ellos aportarán los libros.
Por ello, piden que los ejemplares donados estén en buen estado de salud, empastados y con páginas completas.
Además, esperan que con los ejemplares se pueda aumentar el interés por la lectura de los presos. Por ello, piden a los donantes que los ejemplares que brinden sean de literatura, debido a que serán de más fácil entendimiento para quienes los reciban.
La colecta concluirá el 30 de septiembre próximo, los libros recaudados se transportarán a la editorial Almadía para después hacer llegar el material a Oaxaca.