Todo empezó por medio de la reflexión: “El cambio climático no es ajeno a la Mixteca”, señala de forma contundente Ángel López Sánchez, alumno del Conalep  Gral. Antonio de León, ubicado en Huajolotitlán, cuya comunidad estudiantil realiza una serie de esfuerzos con el objetivo de convertirse en un plantel amigable con el medio ambiente.

Agua para todos.

Parado junto a una representación a escala de la escuela, el estudiante de la carrera de Salud Comunitaria  explica con emoción a EL UNIVERSAL que  están por construir uno de los proyectos más simbólicos que tendrán, se trata de un sistema de captación de agua de lluvia.

El proyecto, denominado Agua para Todos, se conforma por tres sistemas de captación de lluvia instalados en lo alto de los edificios del plantel, el agua será filtrada y después almacenada   en  cisternas que, en conjunto, podrán guardar  hasta 30 mil litros.  Más adelante, se buscará implementar otros mecanismos para que el agua pueda ser de consumo humano.

El proyecto será financiado por la Unión Europea (UE), al ser considerado un “proyecto de fortalecimiento del proceso de gestión territorial y planificación participativa con enfoque basado en derechos humanos”.

Asimismo, cuenta con la guía   de organizaciones como  la Fundación Río Ronte,   la asociación  Mujeres en Desarrollo (Mudem) y la Universidad  Tecnológica de la Mixteca (UTM).

Capacitar alumnos para crear una ruta para obtener soberanía alimentaria en las comunidades

Ángel explica que con el proyecto de  Agua para Todos se busca hacer eficiente el uso del agua en la escuela, empezando por crear conciencia  entre la comunidad estudiantil para darle un uso adecuado, debido a las carencias que enfrentan algunas comunidades de la región. Asimismo, se brindan pláticas y talleres sobre los derechos y responsabilidades del agua para replicar la información en los hogares.

Otro de los proyectos que se desarrollan en este plantel es la creación de un huerto, que tiene como fin  capacitar a los alumnos en la producción de alimentos, y con ello  crear una ruta para obtener soberanía alimentaria en las comunidades, por medio de la práctica.

Patricia Silva, presidenta de la academia de Salud Comunitaria del Plantel, destaca que el huerto cumple con los 17 objetivos de la Agenda 2030 impulsada por la ONU en el combate a los efectos del cambio climático, como parte del Acuerdo de París.

“El cambio climático es un fenómeno que probablemente no podamos revertir. Estas acciones no son por moda, es una necesidad de supervivencia y  para vivir dignamente tenemos que actuar”, dice Patricia.

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Destaca que no se usan químicos, sino  repelentes  naturales por medio de plantas aromáticas para el combate de plagas y el abono surge de un biodigestor que recientemente fue donado al plantel.

Otro objetivo, dice, es hacer conciencia de las enfermedades que enfrentan los mexicanos, derivado de la mala alimentación. Por ello, se llegó a convenios con la cafetería para reducir la venta de comida chatarra. Además, por iniciativa de los alumnos,  se evita el uso de recipientes de un sólo uso.  

Esto, derivó de crear consciencia sobre la basura que se genera, más que salvar  a la sierra que cobija a su comunidad, ellos quieren un mundo mejor. Así lo reafirmó Alejandro Gómez, otro estudiante, mientras camina entre el huerto y analiza las primeras semillas del cilantro que llegan antes que la primavera.

Foto: Isela Hinojoza

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