Artistas de la Cuenca ven poca seriedad del gobierno de Oaxaca en elección de imagen de la Guelaguetza
Actores culturales coincidieron que el primer cuadro ganó por apostar a la técnica de la xilografía, pero que hubo “centralismo” y falta de seriedad al retirar un premio ya entregado
Tuxtepec.- Luego de darse a conocer el resultado de certamen para elegir la imagen oficial de la Guelaguetza 2023, que tuvo como primer ganador en la obra de “Bordados de tradición e identidad” al oaxaqueño Luis Fernando Ramírez García y que horas después, tras la inconformidad en redes sociales, se revirtiera el fallo del jurado, hubo reacciones en colectivos culturales de la Cuenca del Papaloapan, que coincidieron que quitarle el premio fue una manera de “fomentar el centralismo cultural y una falta de seriedad por parte del gobierno oaxaqueño al hacer a un lado la decisión del jurado”.
Lo anterior, dado que el gobierno estatal anunció que se realizaría la selección de una nueva imagen oficial entre las otras 10 obras finalistas, que fuera más “colorida y festiva”.
La gente nunca se fija en los detalles
Eder Andrade Chicuellar, quien se desempeña como artista, fotógrafo y promotor cultural y que en 2018 fue reconocido por la ciudad de Los Ángeles, California, por su contribución a preservar las tradiciones de la comunidad oaxaqueña en Estados Unidos por la Fundación de Artes Escénicas Nueva Antequera, sostuvo para EL UNIVERSAL que no es nuevo este tipo de conflictos, que lo valioso de la obra ahora descalificada es que se aprecia que la obra es un grabado y no una pintura, así como el uso de la xilografía, que es una técnica de impresión con plancha de madera, elementos que posiblemente le dieron una mejor calificación a la ahora de ser evaluada, ya que la pigmentación de filigrana y cochinilla es un proceso complejo.
Andrade Chicuellar, que en 2020 también ganó el concurso de Fotografía Vernácula organizado la Secretaría de Cultura Federal y el Gobierno del Estado a través de la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca (Seculta), confesó que a él no le gusto la obra ganadora original, pero sostuvo “como buenos oaxaqueños siempre le hacemos de a pedo por todo, cada año la obra que gana no nos gusta y siempre creemos que la obra de otros es mejor, luego pasan los años y ya todos dicen que la imagen estaba muy chingona”, expuso.
Afirmó que las críticas que hubo en redes sociales sobre que no se incluían a otras regiones y sólo se destacaba el baile cuenqueño de “Flor de Piña”, se deben a que la gente no se fija bien y miran muchas cosas desde una visión centralista. Tampoco, dijo, es la primera vez que dicho baile del Papaloapan es la imagen oficial de una Guelaguetza, ya que en 2003, la pintora tuxtepecana Doris Arellano presentó un cuadro que ganó.
“Si ves bien en la primera obra ganadora están presentes todas las regiones, el huipil de la chica de enfrente , vas a ver a los danzantes, a la istmeña, son detalles que no ve la gente, en las tiras negras igual hay detalles importantes, hay un sombrero, una botella de mezcal, un tiliche, las chicas bailan sobre un jícara que representa el cerro del fortín”, abundó.
El problema, dijo, es que el arte es muy subjetivo y los jurados se enfrentan a un público que se considera “todólogo”, refirió el artista tuxtepecano.
Ahora sólo buscan carteles bonitos
Durante una entrevista con medios de comunicación, el Presidente de la Asociación Cultural El Flamenco, que lleva años realizando la Feria del Libro en Tuxtepec, precisó que en la imagen seleccionada originalmente por el jurado se hace una mezcla de diferentes expresiones, pero no es “Flor de Piña” ya que carece de la iconografía de los vestuarios.
Indicó que como artistas pueden hacer cualquier cosa pero cuando es mercadotecnia sólo buscan vender el producto, que parece que es lo que están buscando ahora con los carteles, sólo imágenes bonitas que no respetan las expresiones culturales de los pueblos.
Precisó el exdirector de la Casa de la Cultura “Dr. Víctor Bravo Ahuja” (2017-2019) que los jurados debieron estar preparados para calificar y el gobierno para respetar ese fallo, porque no puedes darle el triunfo a uno y después le digan que siempre no, porque eso le resta seriedad y denota falta de formalismos.
“La Guelaguetza no es un carnaval, aunque lo quieran vender así, es una representación de nuestros pueblos” acotó el exfuncionario municipal.
Siempre hay centralismo en las decisiones culturales
Sakyamuni Chavarro Russell, Director de Tallera Colectiva Oaxaqueña del Sotavento, una agrupación cultural que lleva 13 años de incidir en la agenda cultural de Tuxtepec a través de talleres, indicó que “es interesante que elijan una obra en técnica de grabado, con un discurso y elementos simbólicos tan concretos, que en lo personal, reflejan aspectos implícitos muy tradicionales meramente oaxaqueños, más artesanales, menos coloniales”.
Afirmó que desconoce el consejo técnico del jurado, ya que inicialmente hicieron una convocatoria pública para una votación popular y existe falta de seriedad a pesar de que este año el movimiento de la comunidad artística hizo suficiente presión para que el estímulo económico se incrementará, haciendo fuertes críticas, señalamientos y observaciones del robusto presupuesto gubernamental que se destina a este espectáculo internacional y los incipientes estímulos y apoyos otorgados a artistas y ejecutantes que construyen el espectáculo.
Chavarro Russell explicó que percibe centralismo en las decisiones culturales, ya que la Secretaria de Turismo se vio forzada a declinar la decisión inicial, y reconfigurar discursiva mente una nueva elección, señalando coincidencias entre la obra y una foto registrada, pero que de trasfondo, inevitablemente esta la presión de la voz popular.
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“El mundo exterior de Oaxaca que viene a gastar ignora si las chinas son poblanas o oaxaqueñas, solo quieren mezcal y noches de juerga en el romanticismo colonial. Son muy pocos los turistas que salen de hoteles de menos de 3 estrellas y visitan las comunidades para comprar artesanías o interactuar con los pobladores sin fiesta ni mezcal”, criticó el artista plástico tuxtepecano.
