Violencia comunitaria en Oaxaca: A Siria la quieren expulsar de Coyotepec y exhibirla ante la comunidad

San Bartolo Coyotepec.– La maestra artesana Siria Lorena Cruz Martínez se contiene para no llorar, aunque por momentos la voz se le quiebra. El martes 9 de enero de 2024 fue agredida físicamente por una mujer e insultada por tres hombres de la comunidad de San Bartolo Coyotepec, mientras que, a su esposo y maestro artesano del barro negro, Fortunato Cruz, le gritaban que le faltaban “huevos” (valor) para “poner en cintura” a su esposa.

Su caso fue llevado hasta la asamblea comunitaria el 14 de enero de 2024, donde un grupo de mujeres y hombres exigió que se le expulsara de San Bartolo Coyotepec bajo el argumento de que ha “denigrado” a la comunidad.

Esta acusación se desprende de la respuesta que Siria Lorena Cruz - conocida mayormente como Peko, por el diseño de una taza de barro creado por el maestro Fortunato Cruz y que se caracteriza por tener plasmado un rostro con una nariz pronunciada - dio en la red social Facebook a una mujer que solicitaba productos de barro con un color negro intenso, y no grisáceo como los que se producen en San Bartolo Coyotepec. La maestra le sugirió que entonces pintara las piezas para que tuvieran el color negro que ella deseaba.

Para un grupo de comuneros y artesanos esta respuesta denigró a la comunidad, porque supuestamente sugería que eso se hace con las piezas de barro negro en la población; esta interpretación, afirma Siria Lorena, no se sostiene porque en ningún momento hablo mal de San Bartolo Coyotepec, ni aseguró que ellos pintaban sus creaciones.

El pasado 14 de enero, este grupo de personas exigió que fuera expulsada de la población, que no se le dejara de vender barro. Según testigos, el regidor de Hacienda de San Bartolo Coyotepec y jefe del Gabinete en el gobierno de Oaxaca, Flavio Sosa Villavicencio, propuso que se le condenara a limpiar 50 veces el parque municipal, al no poder imponer una multa. La decisión de la asamblea aún está pendiente, pero la espera tiene en la intranquilidad a Siria Lorena y a su esposo Fortunato Cruz.

Mientras tanto, continúan las agresiones, amenazas y violencia digital, también se les ha negado el servicio de transporte en los mototaxis y taxis de la población. Además, se ha extendido hacia sus trabajadores, quienes han sido agredidos verbalmente en la calle y son mal vistos cuando acuden a una tienda a comprar.

Aunque la actitud hostil hacia ellos aumentó en las últimas dos semanas, al punto de llevar su caso ante la asamblea comunitaria, para la maestra artesana inició hace tres años por un conflicto familiar que ha crecido como “una bola de nieve”.

Siria Lorena Cruz nació en una comunidad de San Lorenzo Cacaotepec, una población que colinda con la ciudad de Oaxaca. Su padre quería que fuera costurera, a lo cual siempre se negó, y fue incluida en las labores del campo que entonces se consideraban exclusivas de los hombres. A los 16 años de edad decide ser instructora del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) en una ranchería de San Sebastián Tecomaxtlahuaca, labor que consiste en dar clases en poblaciones alejadas del estado a cambio de una beca para continuar con sus estudios.

A los 17 años de edad se inscribió en el Centro de Estudios Tecnológicos, Industrial y de Servicios (CETIS) número 38 de Santiago Suchilquitongo, donde estudió Trabajo Social, lo que le permitió gestionar apoyos para su comunidad y otras.

“La violencia social es más agresiva que la violencia de género”, reflexiona sobre la situación que enfrenta ante la asamblea general de San Bartolo Coyotepec. “En el caso de la violencia de género, puedes denunciar a la persona, pero en la violencia social ¿cómo denuncias a todo un pueblo?”, explica en entrevista con EL UNIVERSAL. 

“La violencia es vergonzosa”, apunta, “en todos los ámbitos que vivas. Te pega en todo. Me da vergüenza que mi comunidad se entere de esto, que mi familia, que mis padres se enteren de lo que me está pasando”.

Lorena Cruz se casó con el maestro artesano Fortunato Cruz, originario de San Bartolo Coyotepec. Juntos han conformado una buena pareja de trabajo, en la que combinan sus habilidades en la creación de piezas de barro negro, las cuales les han resultado en premios y reconocimientos.

En octubre de 2020, una clienta les preguntó la posibilidad de crear una taza que tuviera una cara con expresiones exageradas. En diciembre de ese mismo año, Fortunato le envía la propuesta de diseño, la cual se caracteriza por tener una nariz que sobresale pronunciadamente de la estructura base de la taza. La pieza agradó y el 18 de diciembre de 2020 firman su primer contrato, y la pieza que fue bautizada como Peko se ha vendido en varios países del mundo.

Esto causó la molestia de la familia de Fortunato, según relata, porque algunos de sus familiares que también se dedican al barro negro, el contrato debió ser para ellos. “Fue como una bolita de nieve que fue creciendo, un problema en el que se fueron involucrando más familiares y conocidos”, dice. 

“Yo no lo veía como problema”, agrega, “porque mi vida ha sido en la casa. Tengo una educación tradicional, mi vida fue el campo, estudiar y la cocina”.

Por su trabajo, el éxito y los reconocimientos para Siria Lorena y Fortunato Cruz empezaron a llegar. Ella, por ejemplo, recibió la distinción “Mujeres inspirando a mujeres” del Gobierno de Oaxaca. En la población, sin embargo, esto no ha agradado y la han acusado de recibir estos premios “porque vende lástima”. “No es por ello, por lo que he trabajado todos estos años”, responde la maestra.

En la asamblea del 14 de enero también le exigieron una disculpa, pero ella no aceptó disculparse hasta que le demuestren que ella ofendió o denigró a la comunidad de San Bartolo Coyotepec.

El maestro Fortunato Cruz menciona que algunos comuneros han usado la palabra “originario” para exigir que su esposa sea expulsada de la comunidad, pero señala que este término es discriminatorio y supondría que en la población hay mujeres de primera y de segunda, y que, a las primeras, se les da el derecho de violentar a otra.

Para él, puntualiza, la propuesta de Flavio Sosa de que limpie 50 veces el parque municipal tiene el objetivo de exhibirla y denigrarla como mujer; en tanto que si los dejan sin el derecho a comprar barro, insumo principal de su trabajo, “entonces dónde quedan todos los servicios que él ha dado a la comunidad”.

Lorena Cruz hace un llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno a garantizar los derechos de las mujeres que están en una situación vulnerable.

“Nos damos cuenta con lo que estoy viviendo, que no hemos avanzado mucho (en la igualdad de derechos de hombre y mujeres, porque volvemos a caer en lo que han vivido nuestras ancestras, a ser violentadas, a no tener voz, a no figurar, hasta lo ocultan.

“Hago el llamado a que tomen este caso como un ejemplo, y no sólo aquí en esta comunidad. Y no son todos, quiero aclarar que no es toda la comunidad, que sólo es un grupo que empezó a incitar esto y que realmente necesitamos la seguridad de que vamos a estar bien, de que vamos a seguir trabajando”.

Finalmente, dice que, si las autoridades no pueden garantizar su seguridad y sus derechos a seguir trabajando y viviendo en la comunidad de San Bartolo Coyotepec, que entonces le den por escrito y con pruebas qué es lo que ella hizo mal, y que comprueben si ella ofendió a este pueblo. “Que me den en escrito en qué ofendí a su pueblo, con pruebas, qué hice mal, porque hasta ahora me sigo preguntando qué hice mal”.