Ser parte de esta lucha les genera satisfacción a ambas, no sólo por el reconocimiento que obtienen de las personas de su edad y de adultos mayores, sino también porque afirman ser conscientes de la gran responsabilidad que conlleva su labor, ya que ésta las obliga a no ser pasivas ante cualquier derecho que sea violentado.
El Connad surgió a iniciativa de niñas, niños y adolescentes, recuerda la profesora de educación preescolar del Centro Calpulli, Diana Leticia Pérez.
En un inicio, el objetivo principal fue la realización continua de talleres sobre los derechos de las niñas, niños y adolescentes, y otros relacionados con el feminismo, los megaproyectos, la migración, los derechos sexuales y reproductivos.
Así, el Connad fue formalmente constituido el 13 de diciembre de 2014.
“Vinieron a la escuela, yo estaba en quinto grado, vinieron a preguntar con el equipo de Calpulli quién deseaba unirse a este grupo, así que me pareció buena la idea de saber un poco de los derechos. Llegué allá y fue muy bonito el primer día, me recibieron muy bien.
Foto: Juan Carlos Zavala
“Ahora este grupo se siente más como una familia porque nos hemos conocido más, sabemos que estamos en una misma lucha, que luchamos por los mismos derechos y es algo muy bonito”, expresa Evelyn Noemí.
La joven de 14 años de edad sostiene que en Oaxaca y en el resto del mundo no sólo hay un desconocimiento de los derechos de la niñez, sino que también se les impone el silencio bajo el argumento de que son menores de edad y su opinión no cuenta.
Para ella, la lucha que han emprendido, por la cual se busca lograr que la voz de las niñas y los niños sea escuchada, es “bastante grande”, pero no es imposible, porque ya han logrado mucho: “Las personas que pertenecemos al Centro Calpulli y a otras organizaciones que nos están ayudando hemos alcanzado a muchas personas y estamos agradecidas por eso”.
Muchas niñas, niños y adolescentes, abunda, dejaron de estudiar por no contar con un celular, una computadora ni internet para conectarse a sus clases; sobre todo, dice, cuando se supone que el internet debe ser gratuito.
“Yo digo que es el derecho que más se está vulnerando en esta pandemia.
“Además de que las maestras y los maestros necesitan de una buena capacitación en tanto a aplicaciones tecnológicas para que tengan un mejor desarrollo en las clases”.
Sara Detsiré, por su parte, menciona que otro derecho vulnerado es el de la participación. Pero señala que como parte de la Connad también han realizado talleres sobre los derechos sexuales y reproductivos, a la educación, derechos de las personas migrantes, feminismo, salud y otros que les han llamado la atención.
“Hemos hecho diferentes eventos, hemos ido a la Cámara de Diputados a hablar con ellos, a que nuestros derechos no sean vulnerados. Hemos incluso ido a impartir talleres a diferentes lados y hemos tenido encuentros en la Ciudad de México”, agrega la joven.
La activista Evelyn Noemí reitera la responsabilidad que es para ellas ser defensoras de los derechos humanos y que ésta las obliga a no quedarse calladas: “Porque tú ves algo que no está bien, ves que a un niño le están vulnerando un derecho, ahí es donde debes entrar tú.
“Como defensor o defensora [de los derechos] tienes que decir que no está bien, que se tiene que hacer otra cosa”.