Fab Lab, tecnología para las comunidades
La ingeniera Carmen Cervantes lleva esta ciencia a jóvenes de zonas rurales con el fin de hacer frente al rezago, para que se la apropien y la puedan desarrollar
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“La tecnología no sólo son chips y teléfonos, también es todo aquello que puede ayudarte a mejorar la calidad de vida”, precisa Carmen Nahielly Cervantes Cruz, ingeniera electrónica, quien impulsa esta ciencia en Oaxaca, donde sólo 12 de cada 100 estudiantes cursan el nivel superior, según cifras del Banco Mundial.
Egresada de la Ingeniería en Electrónica de la Universidad Tecnológica de la Mixteca (UTM) hace 10 años, la profesionista decidió quedarse en Oaxaca y llevar la tecnología a las comunidades rurales.
—Porque Oaxaca no tiene mucho desarrollo y la tecnología no es accesible para la gente, y empecé a notar las carencias sociales, explica.
En 2013, junto con otros socios creó su empresa dedicada al desarrollo de software, la que después financiaría su laboratorio llamado Fab Lab, con el que enseña esta ciencia a jóvenes y adolescentes.
—Nuestro interés es llevar la tecnología a las comunidades porque creemos que el enseñarles cómo hacerla va a detonar en ellos que se apropien de la tecnología y puedan idear más adelante soluciones más creativas a sus necesidades, destacó la ingeniera.
Carmen y su equipo implementan un modelo educativo en los talleres con el cual buscan romper las cifras de rezago científico en el estado.
“Nosotros estamos jodidos y jodidos vamos a seguir”, recuerda Carmen que le dijeron unos estudiantes de secundaria, cuando por primera vez se acercaban a la tecnología.
La enseñanza comenzó en las comunidades de San Juan del Río e Ixtlán de Juárez, ambas ubicadas en la Sierra Juárez, y desde hace tres años trabajan con alumnos del municipio de Coatecas Altas, perteneciente al distrito de Ejutla, en la región de Valles Centrales.
El impulso de la tecnología, a través de la educación, es de los principales objetivos de Carmen Nahielly, quien a sus 35 años de edad en su Fab Lab ha desarrollado diversos proyectos y objetos, junto con cinco voluntarios, como impresoras en 3D, cuyas impresiones las realizan con PET reciclado. Otro de los proyectos en desarrollo es la iluminación fotovoltaica para las rancherías de San Antonio Huitepec, municipio de los Valles Centrales.
Carmen Nahielly también ha elaborado software para empresas y dependencias gubernamentales de Oaxaca, pues refiere que sólo así ha encontrado la forma de impulsar el desarrollo de esta ciencia.
Laboratorio móvil
—Me siento muy contenta y afortunada de poder aplicar mi conocimiento en algo que me gusta; me gustaría generar un impacto mayor, expresa la oaxaqueña, quien a pesar de que podría comercializar sus proyectos, no lo hace, por mantener el sentido social para las comunidades.
La ingeniera tiene como objetivos que para 2019 pueda contar con un Fab Lab móvil para llevar la tecnología a todos los rincones del estado, diseñar un kit de mejora de calidad de vida y adquirir maquinaria más sofisticada.
De esta manera, ella y su equipo tienen claro que es necesario y urgente el desarrollo de la tecnología en Oaxaca ante el rezago educativo y científico, debido a que, de acuerdo con cifras del Banco Mundial, en la entidad sólo 12 de cada 100 alumnos llegan a terminar una carrera universitaria, mientras a nivel nacional lo logran 43 de cada 100 estudiantes.
En el estado, de 2006 a 2010, tres de cada cuatro alumnos que ingresaron a un nivel superior lo hicieron para ser docentes de educación básica.
Por otra parte, con base en estadísticas presentadas en 2010, durante el Foro Consultivo Científico y Tecnológico en el país, en ese mismo año Oaxaca contaba con 181 investigadores, específicamente en áreas de físico-matemáticas, ciencias de la tierra, biología y química; medicina y ciencias de la salud; humanidades y ciencias sociales, así como biotecnología, ciencias agropecuarias e ingenierías.
Por este rezago en productividad científica y en la reducida población con estudios profesionales y de posgrado, Oaxaca se colocó en el lugar número 31 de los 32 estados de la República.
En 2016, en Oaxaca 645 profesionistas se graduaron de un posgrado, de ellos 158 de una especialidad, mientras que 461 de una maestría y 26 de un doctorado, de acuerdo con el reporte de 2017 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).