Tras un inesperado éxito del mole tradicional entre los veganos, empresa de Oaxaca resiste a la crisis

Después de fracasar con un producto dirigido a migrantes, empresario halló un nicho donde reconocen bondades de sus marcas de conservas y chiles

Tras un inesperado éxito del mole tradicional entre los veganos, empresa de Oaxaca resiste a la crisis
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Más de Oaxaca 10/08/2021 12:49 Juan Carlos Zavala Oaxaca Actualizada 12:49

Oaxaca de Juárez.– En octubre de 2018, el empresario Néstor Yuri Sánchez inició su proyecto basado en la gastronomía de Oaxaca

Su intención era producir conservas de alimentos que pudieran adquirir los migrantes oaxaqueños que viven en Estados Unidos y sienten nostalgia  por  su tierra y comida.

Se deshizo de los insumos de cocina que había adquirido para la elaboración de tamales oaxaqueños y se quedó con aquellos que funcionaban para  preparar conservas; así empezó con la producción de los moles negro, amarillo, coloradito, almendrado, chichilo y estofado, así como salsa de frijol. 

Para su conservación, empleó  métodos naturales, por lo que ninguno de sus productos tiene químicos. 

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Pero se “topó con pared”, relata. A los migrantes oaxaqueños no les llamó la atención su producto: la respuesta era que en Estados Unidos podían conseguir los ingredientes para prepararlos ellos mismos. 

Incluso, recurrió a asociaciones de migrantes para que llevaran pruebas gratis, pero el resultado fue igual.

“Curiosamente, el oaxaqueño no tiene la cultura de la conserva, no la conoce y no le llama la atención. El oaxaqueño tiene muy metida la cultura de las pastas para preparar moles   negro y rojo. Eso casi nos hace cerrar porque no hay demanda. Los migrantes en Estados Unidos respondían que en ese país conseguían la cecina, el chorizo, la hoja de aguacate y ‘hago mi mole’. Lo que nosotros pretendíamos era envasar conservas de productos oaxaqueños, pero no les gustó”, comenta.

A un paso del cierre de su negocio, lo invitaron a presentar su producto en una actividad privada,  a la que acudirían personas de otro sector económico en el que  no había pensado. El resultado fue totalmente diferente: sus conservas de mole se agotaron de inmediato y,  posteriormente,  lo buscaron para comprarle más productos.

Este nuevo mercado, además, resaltó características de sus conservas en las que él no había reparado: una de ellas, el uso de un método natural para la conservación de los moles y las salsas, lo que lo convertía en un producto orgánico; otra, el uso de ingredientes veganos.

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“Ahí, sin quererlo, ese era nuestro nicho. Y le encontraron propiedades: que es natural, tiene cualidades veganas. Sin saberlo preparamos los moles y los pueden consumir los veganos: usamos aceites apropiados, no usamos el aceite vegetal común y corriente, y sazonadores veganos, vegetarianos. Sin saberlo, ahora somos veganos y eso lo pondremos en las etiquetas”, explica.

Así fue como Néstor Yuri creó su empresa, La Sembradora Conservas, y la marca de sus moles, La Mozuela; sin embargo, a un año de  haber   iniciado su proyecto llegó el Covid-19,  con sus graves consecuencias en materia de salud y económicas. Apenas han logrado mantenerse a flote, cuenta. 

“Han sido meses muy difíciles, desde finales de 2018 la economía ya venía en picada. Llega la pandemia y esto se detiene. Afortunadamente, el local en el que estamos es propio y eso nos ha ayudado a sobrevivir,  porque sí hay muchas personas que han tenido que cerrar porque el costo de las rentas es muy elevado. Sí hemos tenido ventas, pero que sólo nos permiten estar flotando”, asegura.

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 Néstor Yuri lamenta que el actual gobierno, en su política de austeridad y de no beneficiar a los grandes empresarios, haya desaparecido todos los programas de apoyo económico a las iniciativas emprendedoras.

Es algo, dice, que le entristece,  porque,  si hubiera  empezado un año antes,  quizá hubiera accedido a los programas de diferentes dependencias federales para la  compra de equipo industrial, capacitación, la asistencia a ferias comerciales e incluso para la exportación de sus productos,  para el registro de las marcas o la adquisición de los códigos de barras.

Mientras tanto, en el gobierno de Oaxaca, lamenta, la corrupción en las instituciones permite que se beneficie a funcionarios, sus familiares o amigos, y a dirigentes de organizaciones políticas y sociales.

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“En el gobierno del estado se quedó un poco de apoyo, pero la corrupción en las instituciones del Coplade (Comité Estatal de Planeación para el Desarrollo de Oaxaca), [cuyos apoyos] iban [a] ser de 300 mil  a 350 mil pesos, [hizo que el dinero fuera sólo para] algunas organizaciones y líderes sociales conocidos”, afirma el empresario. 

También cuestiona que las funciones de Proméxico hayan pasado a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). 

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Con ello, considera Néstor Yuri, los productores perdieron la oportunidad de recibir asesoría para la exportación de sus productos. Una asesora privada, lamenta, cobra entre 100 mil y 180 mil pesos.

Néstor Yuri expresa que la intención es que su negocio, que inició en octubre de 2018, se convierta en una empresa de tal magnitud que su producto llegue a otros mercados y al mayor número de gente posible, con la comida tradicional oaxaqueña como bandera.

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