Ballena jorobada, identidad de la Costa oaxaqueña

Por su avistamiento, investigadores buscan que la yubarta se convierta en el distintivo de San Agustinillo, para impulsar el turismo y su economía local

El grupo de ballenas que pasa por las costas de Oaxaca es el más reducido con una población aproximada de 400 y uno de los tres grupos considerados en peligro de extinción. (MARIO A. MARTÍNEZ. EL UNIVERSAL)
Especiales 27/02/2018 14:33 Juan Carlos Zavala Puerto Ángel, Pochutla Actualizada 14:33

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El mensaje llega casi de manera simultánea a todos los capitanes para informar que la navegación se abrió, tras varias horas de espera. Hasta antes de las ocho de la mañana, se estaba a la expectativa: el Norte tenía “picado” el mar y era peligroso para las embarcaciones.

Después del anuncio, Francisco Villegas Zurita, profesor e investigador mastozoólogo marino de la Universidad del Mar (Umar), y el grupo de estudiantes compuesto por Nadia, Arturo, José y Mónica se embarcan en la lancha Yubarta, palabra escrita en uno de sus costados y otra forma de nombrar a la ballena jorobada.

El grupo se dirige con el objetivo de estudiar al mamífero marino que viaja desde las costas de California y Oregón, Estados Unidos, en busca de aguas más templadas para reproducirse y realizar su crianza, después viajan a Centroamérica, donde tienen zonas de concentración, y luego de seis meses regresan a las aguas del norte del continente.

Por radio se anuncia el avistamiento de una de ellas, a dos kilómetros de distancia, frente a una de las playas de Puerto Ángel. El capitán acelera la marcha en la dirección descrita y Francisco Villegas advierte sobre la posibilidad de alcanzarla.

20022017020.jpg“Es importante hacer un monitoreo para saber cómo son los ciclos del movimiento de distribución, con ello podemos implementar medidas de conservación”, dice Francisco Villegas.

“El grupo (de ballenas jorobadas) que pasa por Oaxaca se llama stock sudamericano y comprende las ballenas que se distribuyen desde Guerrero, Oaxaca y Chiapas, las cuales se desplazan hasta Centroamérica”, explica el investigador.

Otro grupo que se encuentra en mares de Alaska, por ejemplo, migra hacia Hawai, y uno más hacia las costas de Baja California y Jalisco, en México; en el mundo hay 14 grupos o stocks.

De todos ellos, el que pasa por las costas de Oaxaca es el más reducido, con una población de 400 individuos aproximadamente, y uno de los tres grupos considerados en peligro de extinción.

20022017012.jpgEl grupo de investigadores buscan estudiar al mamífero marino que viaja desde las costas de California y Oregón, Estados Unidos a Puerto Ángel, Oaxaca.

La yubarta se distingue por protuberancias parecidas a “chipotes” en el rostro, y aletas largas que miden alrededor de cinco metros, característica que les permite ser activas en la superficie, pues son las más acrobáticas: pueden salir completamente del agua, realizan saltos y giran en el aire,  realizan movimientos verticales conocidos como “espía” y nadan “de muertito”.

El mastozoólogo marino lleva al menos siete años de investigación sobre la ballena jorobada en las costas de Oaxaca; ahora es impulsor del Grupo de Investigación de Mamíferos Marinos de Oaxaca de la Umar (Grimmox-Umar) y también representa a una organización internacional que en México se llama Red de Ballenas Encalladas (Raben), a través de la cual realiza labores de rescate.

Con sus estudios ha logrado además, el registro de nuevas especies de mamíferos marinos en Oaxaca. En 2011 se tenían identificadas a unas 11; actualmente el número estimado es de 21, entre las que se encuentra la ballena azul, la ballena rorcual tropical, especies locales como el delfín manchado y registros atípicos como el lobo marino sudamericano.

“Es importante hacer un monitoreo de largo plazo para saber cómo son los ciclos del movimiento de distribución y de abundancia de las especies. Si conocemos eso, nosotros podemos implementar medidas de conservación y protección adecuadas, que ese es el objetivo final”, puntualiza el investigador Villegas.

Amenaza latente

La lancha avanza mar adentro y se observa a una yubarta, un chorro de agua surge de la superficie del océano, es la respiración que sale de su espiráculo; los delfines que la acompañaban aparecen y desaparecen velozmente, pero no se tiene mucha suerte, la ballena no se deja ver lo suficiente para lograr un registro preciso. El mar continúa “picado” y es mejor volver.

Una de las principales amenazas para este mamífero marino son las actividades del hombre, en particular la pesca.

“Es una de las que más directamente afectan a los organismos, y no hablo de la pesca local, sino es la pesca a lo largo de toda la costa del Pacífico, tanto mexicano, centroamericano, como el de Estados Unidos”, detalla el investigador de Grimmox-Umar.

Pero no es la única amenaza. También las hay naturales, como el ataque de las orcas y en muchos otros casos se desconocen las razones, por ejemplo, de sus varamientos. El calentamiento global es también un factor latente de amenaza, como se demostró en los años 2015 y 2016 cuando se afectó su ciclo migratorio.

20022017016.jpgEl grupo de ballenas que pasa por las costas de Oaxaca es el más reducido, y es considerado en peligro de extinción por la constante amenaza con la que migran a esta zona del estado.

Los estudios de Francisco Villegas permitieron que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aceptara su propuesta de que Oaxaca fuera decretada como la sexta zona del país para la observación de la ballena jorobada, lo que finalmente se logró en 2015.

Ahora, es el creador del “Festival Yubarta San Agustinillo Ecofest 2018” a celebrarse por primera vez el 17 y 18 de marzo de este año. Su objetivo es que la ballena jorobada se convierta en el distintivo de la playa San Agustinillo y que contribuya a la economía de la zona a través de la atracción turística, y que la gente se apropie de la ballena, “que la usen como un elemento muy importante en la conservación y en el reflejo de su economía”.

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