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“Las muertes por accidentes viales ocurren tan a menudo que se consideran  una pandemia”, dice Claudina De Gyves, responsable del laboratorio urbano en la Casa de la Ciudad y ciclista, desde hace cinco años. “Están por encima de las muertes por guerra, y  quienes llevan las de perder en esos accidentes son los peatones y los ciclistas”, complementa.

Pero, a pesar de lo contundente de sus palabras, Claudina considera que “andar en bici no es peligroso”,  al menos hasta que se interactúa con otros medios de transporte.  La  inseguridad, dice, nace por el desconocimiento  de peatones, automovilistas y motociclistas, respecto a los derechos de tránsito de los ciclistas.

Con esa convicción, desde hace año y medio La Casa de la Ciudad encabeza talleres para fomentar el uso seguro  de la bicicleta como medio de transporte en la capital de Oaxaca. Los talleres se ralizan bajo el nombre  La Ciudad en Bici y se imparten  en tres sedes: El Bosque del Deporte, en la Ciudad de las Canteras; La Vía Recreativa, en la calzada Porfirio Díaz, y el Museo Infantil de Oaxaca, en la antigua estación del ferrocarril.

Claudina explica que este programa  para ciclistas nació a partir de datos de 2015, de  la Encuesta Intercensal del  Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), los cuales indican que en la zona metropolitana del estado 4% de los viajes se hacen en una  bicicleta, principalmente por adultos y adolescentes.

La intención de los talleres es enseñar a niños y adultos que desean aprender a andar en bici  e impulsar a   aquellos que ya saben usarla, para que  desarrollen ciertas habilidades que les permitan convertir a  la bicicleta en su medio de transporte.

Las clases se dividen en tres módulos: bicibalance,  para niños y adultos que están aprendiendo a montar bicicleta; biciescuela, que impulsa habilidades de  ciclismo urbano para desplazarse entre automóviles y usar  la calle de forma segura, conviviendo con otros usuarios de bicicleta y  vehículos.  Además está el módulo de bicimecánica, enfocado al mantenimiento  y mecánica básica.

La necesidad de esta bici-escuela se entiende con los números. De  acuerdo con el Inegi, en Oaxaca gran parte de los trayectos se recorren caminando (70% en trayectos cortos), mientras que el porcentaje  de los trayectos que se realizan en automóvil particular alcanza apenas  20%. Los viajes sustentables pueden potenciarse si se impulsa el uso de la bicicleta como medio de transporte, pues a los bajos costos de mantenimiento y reparación, y el poco espacio que usan en la vía pública y en estacionamientos, se suman beneficios a la salud.  

 Entre las ventajas de andar en bicicleta que enlista la Secretaría de Salud (Ssa) están la mejora articular,  cardiovascular y  de la capacidad respiratoria, así como el fortalecimiento inmunitario, la aceleración del metabolismo y control de peso. 

Infraestructura, a vuelta de rueda

Pero la buena voluntad no basta para impulsar el ciclismo urbano. De acuerdo con Claudina De Gyves, Oaxaca ha desarrollado cierta infraestructura ciclista, “pero todavía es muy incipiente”. Como ejemplo menciona  la ciclovía que se extiende sobre  avenida Universidad y   avenida Ferrocarril, la cual conecta a cinco  municipios conurbados:Oaxaca de Juárez, Santa Cruz Amilpas, Santa Lucía del Camino, Santa María El Tule y San Andrés Huayapam,  cuya   última adecuación  fue la creación de un carril confinado en la calle García Vigil, en el Centro Histórico, hace dos años.

Esta ausencia de infraestructura para ciclistas se contrapone al discurso oficial de autoridades municipales y estatales, respecto al impulso de este medio de transporte.

El Plan Estatal de Desarrollo 2016- 2022, por ejemplo, indica la necesidad de implementar un sistema de movilidad que priorice los medios de transporte no motorizados, pero el    Artículo 76 del Reglamento Municipal de Tránsito establece que los ciclistas “únicamente” deben circular  en ciclopistas o  bicivías, con casco y en una sola línea. La ausencia de estas vías confinadas se asentúa en  zonas donde prolifera   el uso de la bici, como el centro o la colonia Reforma.

De acuerdo con expertos, los trayectos deseables en bicicleta deben alcanzar los cinco kilómetros; el radio de la zona metropolitana es de al menos siete. “Tenemos distancias que son pedaleables, pero hay que generar la infraestructura para que la gente lo haga... a medida que esto crezca, veremos a más personas usando la bicicleta”, apunta De Gyves.

Ante ello, colectivos ciclistas, proponen más ciclovías, campañas para crear conciencia en automovilistas y peatones, así como reducir la velocidad de vehículos motorizados, con el fin de    aumentar el uso de medios de transporte sustentables.