Camino adverso: Mujeres, sólo en 28% de las alcaldías
Aunque la paridad se elevó a rango constitucional desde 2014, aún no se refleja en cargos como alcaldías; sólo habrá 453 alcaldesas
En abril pasado comenzó la embestida contra Claudia Rivera Vívanco. A través de las redes sociales, la extrema derecha descalificó su intención de convertirse en alcaldesa de Puebla, principalmente por su apoyo abierto a la diversidad sexual. “Es un peligro para las buenas costumbres de las familias poblanas” fue el mensaje que circuló en videos.
La candidata de Morena atajó los golpes, como la buena taekwondoin que es, ganó la elección y, en el periodo 2018-2021 gobernará a más de 1.4 millones de ciudadanos que habitan la capital de Puebla.
Pero no todas las mujere candidatas lograron la proeza. En la jornada electoral del pasado 1 de julio, las mujeres sólo obtuvieron el 28% de las alcaldías en disputa, es decir, ganaron 453 de mil 612 que estaban en juego en 25 estados. De esos ayuntamientos conquistados, sólo tres son capitales; Puebla (Puebla), Hermosillo (Sonora) y Chihuahua (Chihuahua).
Aunque la reforma política de 2014 elevó la paridad de género a rango constitucional y permitió que un mayor número de mujeres obtuviera candidaturas, esto no ha significado igualdad ni en la representación ni en las condiciones para ejercer el cargo. No, al menos en cargos estatales y municipales.
Como muestra, en ninguno de los 25 estados que recién tuvieron elecciones la proporción de alcaldesas será superior o igual a la de alcaldes varones.
Anabel López Sánchez, directora del Colectivo por la Ciudadanía de las mujeres y ex titular del Instituto de la Mujer Oaxaqueña considera que “aún falta mucho para acortar la brecha de desigualdad” y que, aquellas mujeres que sí logran llegar a algún cargo casi siempre deben enfrentarse a la discriminación por cuestiones de género. Se trata, dice, de una constante.
Pocas capitales
Claudia Rivera, economista y maestra en Desarrollo Regional Sustentable y ahora virtual presidenta municipal de Puebla por la alianza Juntos Haremos Historia (Morena, PT, PES) lo sabe bien. La activista y fundadora de Morena en el estado fue víctima de violencia política de género desde antes del arranque de las campañas y hasta el día de las elecciones, cuando presuntos elementos de la policía estatal detuvieron en un domicilio particular a 11 de sus representantes generales de casilla.
A pesar de los ataques la entonces candidata decidió utilizar como eslogan "Juntos por una sociedad incluyente", frase con la que finalmente arrasó en las elecciones y, obtuvo el 46% de los votos.
En Hermosillo, capital de Sonora, el triunfo fue para otra morenista, Célida López Cárdenas, a quien identifican como una mujer echada pa´adelante, “de las que no se dejan”. Célida renunció a su militancia panista, cuando el partido blanquiazul frenó su aspiración rumbo al Senado. Cuando llegó a Morena, Andrés Manuel López Obrador le dio la bienvenida en un video y posteriormente se convirtió en candidata a la alcaldía por la coalición Juntos Haremos Historia; a pesar de ello fue Encuentro Social, aliado de su nuevo partido, de donde salieron los ataques.
La otra candidata que logró conquistar una capital es la panista María Eugenia Campos, quien buscó la reelección en la ciudad de Chihuahua.
En Manzanillo, capital financiera de Colima, también triunfó una mujer: Griselda Martínez Martínez, ex presidenta del PRD. La luchadora social, con larga trayectoria en la administración pública, tiene entre sus logros impedir, junto con otros ciudadanos, la privatización de la playa La Boquita de Miramar, en ese puerto.