Con Nodo, 4 artistas de Oaxaca proponen un espacio para la exploración y la reflexión
El lugar se utiliza para impulsar conversatorios y talleres que enriquecen el conocimiento mutuo, no sólo en las artes plásticas, sino también para otras como la música y el teatro
Cuatro artistas plásticos se unieron para fundar un nuevo espacio en el que confluyen el arte, la exploración, la proyección, la conexión y la conversación; a modo de una red, Nodo Estudio Visual va más allá de un lugar con funciones de galería, pues sus fundadores buscan que sea un espacio para la reflexión.
Cruz Vargas, Soledad Vázquez, José Alberto Canseco y Mercedes López, coincidieron en esta intención que surgió primero de la amistad.
“La primera intención es tener un espacio donde podamos mostrar y explorar, pero por consecuencia se vuelve un lugar en el que exactamente la proyección se vuelve interesante y la conexión con otras personas del público, de los medios, con colegas y con compradores. De ahí también parte la idea del nombre Nodo. Si juntas muchos nodos, en el fondo lo que tienes es una red y eso era parte de la visión o el espíritu inicial de Nodo”, explica Cruz Vargas.
También, hablan de la necesidad de un espacio en el que pudieran dialogar entre ellos y con otros artistas sobre sus procesos creativos.
De ahí, apunta Soledad Vázquez, aunque en su propuesta cumplen ciertas funciones de galería, la diferencia es que el lugar se utiliza para impulsar conversatorios y talleres que enriquecen el conocimiento mutuo, no sólo en las artes plásticas, sino también para otras artes, como la música y el teatro.
“Lo interesante e importante para nosotros era generar esta nutricia entre nosotros y con los demás y también es un espacio que tiene las puertas abiertas a otro tipo de disciplinas. Hemos tenido talleres y charlas con músicos, un grupo de teatro que se presenta los fines de semana y hemos tratado que sea un espacio multidisciplinario”.
José Alberto Canseco añade que también es por el gusto de compartir. Algo que es parte de su formación, en los espacios que estudiaron y en los que también les han compartido, como el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), fundado por Francisco Toledo, donde conocieron gran parte del arte y personas que se dedican a ello.
“Aunque sea pequeñito, estamos tratando de generar algo más, aportando nuestro pequeño espacio, pero también tratando de generar esos diálogos para que la gente se interese o a quienes les interesa, encuentren este tipo de conversación”, expresa Canseco.
Además, dice, le gusta la idea de hacer exposiciones para mostrar su trabajo en la forma en la que ellos quieran; hacer sus propias propuestas sin tener que responder a cuestiones mercantiles, jugar con la curaduría o museografía, algo que aprendieron en la escuela, pero que en muy pocas ocasiones podían ejercer porque también es una forma de sentarse, discutir y dialogar entre ellos.
“De alguna forma, cuando empezamos a conectarnos, nos empezamos a dar cuenta que entre nosotros había ese proceso reflexivo, platicar de ciertas temáticas, ciertas reflexiones y que era interesante trasladarlo hacia afuera”, menciona Soledad Vázquez.
En sus conversatorios, por ejemplo, se escucha al autor de la obra y su perspectiva, y también se escucha al espectador como una forma de impulsarlo hacia la interacción, a los cuestionamientos y a una participación más activa. Un proceso que se convierte en un interés común.
Cruz Vargas menciona el libro Atardecer en la maquiladora de utopías, en el que se advierte que desde el año 1999 en Oaxaca había mucha producción de arte, pero poco ensayo y narrativa; con ello, sostenía que si no hay ensayo, es que no hay reflexión.
“Tuve la oportunidad de estudiar en Guadalajara y me di cuenta de que al contrario de aquí, se dialoga mucho más, se reflexiona mucho más. Ya hay espacios en donde se empieza a dialogar más, pero independientemente de eso, pensé que era una buena oportunidad para hacerlo e intentarlo”.
Nodo Estudio Visual cumplirá su primer año el próximo 17 de diciembre de 2022, y Cruz Vargas opina que primero debe estabilizarse con la “lectura” o percepción que se tenga del lugar por parte de los visitantes.
Después de eso, comparte, pensarán en sus alcances y hacia dónde quieren llegar con este proyecto; sin embargo, acepta que le gustaría que se convierta en un espacio que permita “la exploración auténtica”.
“Espero que el proyecto siga en esta parte de exploración y de reforzar lazos, y la experimentación con el espacio”, finaliza Soledad Vázquez.