Al menos 220 edificios artísticos e históricos dañados por terremotos aún aguardan rescate en Oaxaca
Por falta de recursos, iglesias llevan años sin ser atendidas; tan sólo de los inmuebles dañados por los sismos de 2017, actualmente aún hay 122 que esperan ser intervenidos y 135 están en proceso
Santa María Tiltepec.— Durante cinco años y seis meses, casi 2 mil días, los pobladores de Santa María Tiltepec, una comunidad de la región Mixteca de Oaxaca, no han hecho otra cosa más que esperar. Ese es el tiempo que ha pasado desde que el 19 de septiembre de 2017, a la una de la tarde con 14 minutos, una enorme grieta nació en la nave principal de su templo, consagrado a la Virgen de la Natividad.
Y sobre todo, son los días que han transcurrido desde que un plástico protege uno de los cinco retablos preciosamente ornamentados, mientras que los pobladores aguardan que alguna autoridad rehabilite este edificio de cantera que data de 1703 y que no ha sido atendido desde aquel terremoto.
De acuerdo con Isidra Santiago Lara, agente municipal de Tiltepec, son especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) quienes visitarán la comunidad para atender los daños; sin embargo, nadie sabe cuándo se concretará esa promesa.
“Lo que nos dijeron las autoridades salientes es que vendrían los del INAH, que sí se había aprobado la rehabilitación, pero que no hay recursos. No les dieron respuesta de fecha sobre cuándo van a venir. Que cuando haya recursos, pero quién sabe cuándo haya”, dice.
Foto: Edwin Hernández
Mientras ese día llega, el retablo central permanece bajo un plástico transparente, pues el agua se ha abierto camino a través de la grieta y goteaba sobre las pinturas, dañándolas, mismas que forman parte de las 12 piezas de arte sacro que se resguardan en el templo.
Sin recursos
Al igual de lo que pasa en Tiltepec, en decenas de comunidades aún se espera una rehabilitación que no llega. Según Fernando Molina Herbert, titular del Instituto del Patrimonio Cultural del Estado de Oaxaca (Inpac), de los 588 inmuebles que resultaron con distintos niveles de daños tras los sismos de 2017, actualmente aún hay 122 que esperan ser intervenidos; 135 están en proceso y 331 ya fueron concluidos.
Si a esos 122 inmuebles históricos se suman los que resultaron afectados en terremotos posteriores de 2018 y 2020, la cifra de edificios que llevan años en espera de ser rehabilitados llega a los 220, de los cuales 57 son casos de 2018 y el resto pertenecen a 2020. En esa cifra global se incluyen casos graves, moderados y leves.
Foto: Edwin Hernández
El funcionario dijo que la razón principal que frena la atención a templos, palacios municipales y casas de cultura es porque garantizar recursos para dichas acciones es un camino largo e implica meses de trabajo de gabinete, antes del de campo.
Explica, por ejemplo, que con la desaparición del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden) en 2020, en Oaxaca 97 inmuebles quedaron sin recursos para ser atendidos y fue hasta medidados de 2021 cuando se contó con presupuesto para continuar con las acciones. De esos inmuebles, siete aún sin intervenir les fueron heredados.
Sobre los 220 inmuebles que esperan ser rehabilitados, el gobierno de Oaxaca alista la firma de un convenio con el INAH con el cual se garanticen los recursos y será tras ello que se determine, a mediados de abril, qué casos atenderá cada instituto.
A eso se suma, indica en entrevista con EL UNIVERSAL, que a varios años de los sismos, el Inpac sigue encontrando casos que no fueron ni siquiera reportados en su momento, por falta de información. De ese tipo suman 20 registros.
Foto: Edwin Hernández
Sobre el templo de Tiltepec, el funcionario confirma que el proyecto ya fue aprobado y dice que junto con el resto de inmuebles, la rehabilitación debe iniciar a mediados de año. “Ya contamos con la autorización, la atención va a ser directa al trabajo de obra. Es una chamba muy basta, Estamos trabajando una programación, todo se tiene que arrancar este año”, insiste.
“Han venido arquitectos a ver, pero hasta ahora yo creo que no ha habido presupuesto. Todavía estamos esperando”, dice Natividad Soriano, el sacristán, cuando explica por qué un plástico impide apreciar el retablo en el que se engarzan pinturas al óleo de santos y ángeles.