Por disparo de precios de 300%, el chocolate podría no llegar a los altares de Día de Muertos en Oaxaca
Aunque consumidores afirmaron que era un abuso de los empresarios, los chocolateros aclaran que el cambio climático, el acaparamiento del cacao por empresas trasnacionales y desastres naturales son las causantes
Oaxaca de Juárez.— El temor podría hacerse realidad: el chocolate, alimento tradicional y emblemático de las fiestas a los muertos podría no llegar este año a los altares de cientos de hogares oaxaqueños. Desde hace días en redes sociales comenzaron a circular las quejas por el incremento en el costo de las moliendas de cacao y del mismo chocolate en hasta 300%: algunos afirmaron que era un abuso de los empresarios durante la temporada o que su causa era la gentrificación de la vida en Oaxaca.
Los chocolateros, sin embargo, advierten que detrás del alza de precios hay un fenómeno mucho más complejo que sobrepasa las fronteras del país: la crisis de producción en los países productores de África, el cambio climático, el acaparamiento del cacao por empresas trasnacionales, las sequías, los huracanes y la falta de integración del sistema de producción del chocolate en el país.
Aunque la crisis en este sector se perfiló desde alrededor de dos años con las huelgas en países africanos por las condiciones de esclavitud y trabajo infantil en los campos donde se siembra y cosecha el cacao, el primer aumentó en esta materia prima para la elaboración del chocolate se reflejó en los meses de enero y febrero de 2024, con un incremento de hasta 200 por ciento; el segundo, hace apenas unas semanas, cuando el alza ya supera el 300 por ciento. Mientras un kilo de cacao oscilaba entre los 90 y 100 pesos, en los primeros meses de este año subió a 190 y 200 pesos; ahora, cuesta entre 300 y 350 pesos.
Este incremento afecta principalmente a pequeñas empresas de Oaxaca que se dedican a la molienda y elaboración de chocolate, porque los obliga a elevar sus precios, reducir sus márgenes de ganancias, bajar sus ventas y perder clientes.
Sandra Ortega es la tercera generación de la familia propietaria de Molinos Santa Lucía, una pequeña empresa con más de 70 años de existencia, dedicada al molino de granos y a la elaboración de moliendas como el chocolate y el café.
En entrevista, asegura que es la primera vez en la empresa familiar que viven un fenómeno como éste. Hace dos años, también sufrieron el incremento en el café ante la escasez del grano, ahora la crisis por la escasez del cacao.
“Como pequeños productores, al enfrentarnos a este desabasto de grano, nos lleva a elevar precios, porque al final de cuentas no podemos comprar grano a mejor precio, porque tenemos que elevar costos, y nos afecta porque reduce las ventas, difícilmente nos entienden que no es que queramos venderlo más caro, que no es por la temporada de Muertos… Reduce ganancias, ya no tienes los márgenes de beneficios que te deja un producto”.
Germán Santillán, fundador de Oaxacanita Chocolate, una empresa de Villa de Tamazulápam, ubicada en la Mixteca de Oaxaca, y premiada el impacto que genera en comunidades indígenas de la región, advierte que lo que está sucediendo con el cacao debería ser una muestra de cómo la globalización repercute en los mercados locales, así como de los efectos del cambio climático en la producción de alimentos.
Hace aproximadamente dos años, explica, algunas comunidades africanas empezaron a levantarse e iniciar huelgas para exigir mejores condiciones de trabajo en los cultivos de cacao, en países como Ghana y Costa de Marfil, principales productores de este producto en el mundo y principales proveedores de las empresas dedicadas a la elaboración de chocolate en Europa. Es en este momento que empieza a darse la primera llamada de alerta en los mercados, sobre todo, porque el cacao es un producto que cotiza en las bolsas de valores del mundo.
Después, siguieron problemas de sequías en África y la situación se complicó porque los agricultores de esos países no implementaron sistemas agroforestales de producción, es decir, sus tierras sólo producían cacao y provocó que el suelo se debilitara y tuviera cada vez menos nutrientes. A eso se le sumaron los efectos del cambio climático, como las sequías, falta de lluvias o lluvias a destiempo que provocaron que muchas cosechas se perdieran este año.
“El continente africano es uno de los mayores productores de cacao y es el principal proveedor de cacao para Europa y Asia. Justo el año pasado, empezaron a tener problemas con la producción de cacao, por el agua: los ciclos de lluvia alterados, ya no hay suficiente agua en muchos lados, empiezan a afectar las cosechas africanas.
“Esto empieza a disminuir la cantidad de cacao disponible para la región europea y por lo tanto, la demanda del cacao en Europa se sigue manteniendo, ampliando y esto genera, que volteen a ver a países como México, Venezuela, que producen cacao y empiezan a comprar cacao mexicano”, detalla Sandra Ortega.
Los efectos en México
El fundador de Oaxacanita Chocolate menciona que a principios de año se enteraron del acaparamiento del cacao que se produce en México por empresas trasnacionales como Nestlé o Hersheys, las cuales empezaron a ofrecer pagos de hasta 120 pesos por kilo de cacao a productores en Chiapas, cuando pagaban en promedio 60 pesos por kilo.
Los productores empezaron a vender su producción a estas empresas y a comprometer la producción del próximo ciclo. En el país hay dos temporadas de cosecha al año, la primera es en mayo y la segunda en noviembre, según explica.
“Era porque ellos ya sabían de toda la condición que existía en todo el continente africano y ellos querían acaparar la mayor parte de la materia prima, a buen precio y para que siguieran produciendo”.
Así, los productores empezaron a incrementar el precio también a los pequeños productores de chocolate. “Por ejemplo, en Tamazulapam, empezamos a ver que de 97 pesos el kilo, saltó luego a los 180 y 200 pesos. Esta gran brecha, esa alza de precios, incrementó todavía más. Ahora lo están vendiendo entre 300 y 350 pesos”.
Pero además, recuerda que en México también hubo problemas de sequía y lluvias a destiempo, producto del cambio climático. Ambas ocasionaron una baja en la producción de cacao en el país, y los huracanes terminaron por acabar con muchas cosechas.
En México se producen entre 27 mil a 30 mil toneladas de cacao anualmente y esos números bajaron aproximadamente un 3% este año, y la industria chocolatera del país está consumiendo alrededor de 120 mil toneladas de cacao, en otras palabras, cuatro de cada cinco chocolates que se producen en México, están hecho con cacao extranjero.
Este acaparamiento del cacao, dice Sandra Ortega, también generó especulaciones, porque quien tiene el cacao impone el precio y esto perjudica sobre todo a las chocolaterías artesanales, a los pequeños productores y a los productores del grano.
“Oaxaca produce muy poco cacao, casi todo viene de Chiapas y Tabasco, entonces también eso hace que los productores te dicen que no hay cacao. No había una situación en la que los productores te dijeran que no tenían cacao, cacao alma…