Floriano García, creador del primer banco comunitario para proteger las semillas de maíces nativos de Oaxaca
La migración, la tecnología, la falta de jóvenes en el campo y el poco apoyo del gobierno son los principales factores que don Floriano ve como amenaza de la pérdida de los maíces nativos de Oaxaca
Floriano García Delfín, un campesino indígena de San Mateo Yetla, comunidad de San Juan Bautista Valle Nacional, Oaxaca, creó hace 17 años el primer banco comunitario para proteger a las semillas nativas de los maíces de esta región del estado.
Por iniciativa propia y sin recursos económicos, decidió llevar a cabo esta misión tras advertir que estaban desapareciendo las variedades de maíz y porque quería heredarlo a las próximas generaciones. “Quiero decirle que camino con recursos propios, no me da pena decirlo, pero la idea fue rescatar los maíces”, dice.
Para Floriano García, la migración, el abandono gubernamental, el envejecimiento de los campesinos y “la dejadez de los padres por no educar a sus hijos a sembrar maíces”, también están entre las causas de la pérdida de los maíces nativos de Oaxaca.
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Ahora, en su banco conserva semillas de la región chinantla entre las que destaca el tepecintle, que es auténtico de esta zona del estado, el tuxpeño que se extiende por toda la Cuenca del Papalopan, el amarillo olotillo, tuxpeño rojo, tuxpeño negro, blanco, colipeño (que es un maíz de mucha altura); y otras semillas de maíz que aprovecha a intercambiar cuando es invitado a una exposición y que considera que pueden adaptarse en su comunidad.
Foto: Juan Carlos Zavala EL UNIVERSAL
Empezaron, relata, en un rinconcito; ahora tienen un espacio grande de entre 40 y 50 metros cuadrados, al que le hace falta invertir recursos económicos para tener los servicios y características que debe tener un banco comunitario.
“Yo personalmente quise rescatar los maíces nativos de la Chinantla y me nació hacer, tener una selección de granos y conservar los maíces nativos, porque no tenemos que heredar a las próximas generaciones, más que esto.
Foto: Juan Carlos Zavala EL UNIVERSAL
“El maíz es auténtico de México y nosotros tenemos que cuidarlo y por eso tomamos esa iniciativa con unos campesinos de ahí de San Mateo Yetla y pues logramos tener un banco de semillas ya, formalmente instalado con mucha selección de granos de muchos campesinos de ahí de Valle Nacional”.
Floriano García está en contra de que las empresas trasnacionales pretenden imponer semillas genéticamente modificadas, y con ello, la desaparición de sus maíces nativos.
“Yo no puedo decir que son maíces criollos porque criollos nos llamaron los invasores cuando llegaron a México. Entonces nuestro maíz ya estaba en México. Entonces es maíz nativo”, apunta.
Sin embargo, sostiene que más allá de la amenaza que representan las semillas genéticamente modificadas para la biodiversidad, afirma que la amenaza más grande es que las nuevas generaciones ya no están sembrando el campo. “Ese es ese es el problema más grande”, recalca.
Foto: Juan Carlos Zavala EL UNIVERSAL
“Yo siempre digo la migración, la tecnología y pues muchas veces la dejadez de los mismos padres de familia que no educan a sus hijos a sembrar los maíces y sí, en gran parte el campo oaxaqueño se está abandonando porque mucha gente pues está emigrando y y pues otra gente ya no le interesa sembrar el maíz nativo”.
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Además, dice que están siendo invadidos por maíces genéticamente modificados únicamente por un tema de productividad y de ganar dinero más fácil. A esto se suma, señala, que hay un abandono gubernamental hacia los campesinos.
“Nosotros este estamos viendo y lo vemos a diario, que el gobierno se preocupa más por los ninis, dicen que son jóvenes construyendo futuro, ¿no? Y los campesinos los dejaron abandonados. A nosotros nos dan un apoyo una vez al año y a los jóvenes le dan un apoyo creo que cada dos meses”, reclama.
Eso está mal, apunta, porque el gobierno debe voltear a ver principalmente a los campesinos, quienes llevan la comida a las ciudades.
“Lo que pido es que el gobierno voltee a vernos, que se fijen en los campesinos y vean el noble trabajo de los campesinos. Si nosotros no tomamos esa iniciativa hace 17 años, se van a perder nuestros maíces nativos. Y qué le vamos a heredar a las futuras generaciones, maíces transgénicos, maíces que, pues que ya no son alimento para al ser humano”.
