Exhorta Iglesia Católica a ciudadanía de Oaxaca a evitar conflictos “extremos” en elección de la gubernatura
Piden a candidatos evitar en sus campañas discursos, gestos y acciones que fomenten las confrontaciones agresivas
Oaxaca de Juárez.- Cinco obispos y el arzobispo de la iglesia católica de Oaxaca, Pedro Vásquez Villalobos, exhortaron a la ciudadanía para que el actual proceso electoral en el estado se desarrolle y termine sin conflictos “extremos” que pongan en peligro la vida de las personas, la unidad y el orden público.
Lo anterior, apuntaron en un escrito, por el entorno social de violencia e inseguridad que se vive en el estado y sumado a lo que sostuvieron, “la creciente división y enfrentamiento de la ciudadanía por su manera de pensar, sentir y actuar en el campo de la política”.
También señalaron que como “pastores” de la iglesia católica no pueden apoyar públicamente a ningún partido o candidato en particular, pero afirmaron que sí tienen la misión “de iluminar desde la fe este acontecimiento histórico e invitar a nuestros hermanos fieles a participar en estos comicios electorales de modo consciente, libre y responsable”.
Los religiosos recordaron que el próximo 5 de junio de 2022, los oaxaqueños regresarán a las urnas para elegir al nuevo gobernador del estado.
“Exhortamos encarecidamente a la sociedad oaxaqueña entera, a evitar toda forma de violencia, a controlar las propias emociones y no ahondar las divisiones. Seamos promotores de la paz mediante la escucha, el diálogo y el respeto mutuo”, señalaron en su misiva los obispos católicos.
Mientras que a los candidatos, les pidieron evitar en sus campañas discursos, gestos y acciones que fomenten las confrontaciones agresivas y se apeguen a las leyes electorales.
“Ser luz, sal y fermento el día de las votaciones, significa hacerse presentes ante las urnas para votar, derrotando así el abstencionismo y en seguida, votar con plena conciencia y responsabilidad”, expresaron.
Y pidieron a los ciudadanos dar el voto a los candidatos que sean personas honestas, sinceras, sensibles a las necesidades de los más pobres, que busquen y protejan el bien común y no sus intereses personales, que están a favor de a la vida y de la familia y que no dividan ni enfrenten a los diferentes sectores sociales, sino que los unan y les permitan colaborar en la solución de los graves problemas del estado.
“Si la razón de ser la política es procurar el bien común, su perversión más radical consistirá en ponerla al servicio de los intereses de una clase social o de un partido. Mientras vivimos como forasteros y emigrantes en este mundo, los cristianos tenemos que participar en la vida política”, sentenciaron.
