La noche del viernes 21 de julio, María Guadalupe se despidió de Iván en la puerta de su casa de interés social en la Colonia 19 de mayo en Juchitán. María lo abrazó con todo el amor que una madre puede dar, le dio su bendición y le sentenció “Te vas como Iván pero regresarás como Naomy, mi hija.”.
Una semana después, María Guadalupe Romero López recuerda ese día, no está triste por perder a Iván, al contrario, su rostro se ilumina, abraza a Naomy en la sala de su hogar, la mira orgullosa por lograr al fin, después de 5 años, el cambio de su nombre legal.